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Estaciono mi auto y bajo entrando directo a la recepción del edificio, me encuentro con la secretaria de allí y le aviso que voy a subir al piso 16 a ver a mi esposo, ella ya me conoce. Me subo al ascensor y espero a llegar, una vez fuera me cruzo a varias personas que me saludan y otras me quedan mirando, se que esas después hablan hasta por los codos de mi, una vez escuche conversando a un grupo de empleadas sobre el apresurado compromiso de Min con el chiquilín, sí, eso piensan de mi, un chiquillo que no sabe el sentido de la vida.

Quizás no estaban equivocadas…

-Hola Jimin, ¿Cómo haz estado? Hace mucho no te aparecías por aquí.

Había chocado con Lee Taemin, uno de los miembros importantes del grupo Min, siempre que vengo trata de sacarme charla, se bien que le gusto pero aunque parezca un ken coreano, no es de mi agrado.

-Hola Taemin, estoy muy bien- la verdad es que no- ¿y tu cómo haz estado?

-Muy bien también, ya casi estamos por cerrar un contrato importante con otra firma, creí que Yoongi te había comentado algo.

-No, últimamente no me ha comentado nada acerca del bufete de abogados- Ni de nada en general, casi no me dirige la palabra una vez nos encontramos juntos.

-Oh! Debe de ser una sorpresa entonces, ya que si se logra conseguiríamos muchos beneficios, la firma de abogados con la que nos queremos fusionar es muy importante .

-wow los felicito entonces, espero puedan conseguirlo, si no te molesta voy a ver a Yoongi.- me urge que me toque.

-Si no hay problema, un gusto volver a verte Jimin… estas muy hermoso hoy, adiós, ten lindo día.

Ignorando totalmente su comentario le deseo un lindo día y me dirijo rápidamente hacia la oficina de mi esposo. Al llegar delante de las puertas toco tres veces y se escucha un apagado “pase” por lo que abro y entro. Yoongi no levanta la mirada y solo pregunta que quiero, sin darse cuenta que soy yo, por lo que carraspeo un poco para que me vea y alzo mi mano izquierda donde llevaba una bolsa con sándwiches dentro, los cuales compre antes de llegar aquí.

Esperaba un “ hola mi amor, muchas gracias por traerme esto” acompañado de un beso pero simplemente recibí todo lo contrario.

-¿Qué haces aquí Jimin? Te he dicho que no me gusta que vengas a fastidiarme al trabajo- sí, lo se, un grosero total, un idiota, un sinfín de adjetivos que le van perfectos en estos momentos y no lo voy a negar.

-Solo quise traerte esto, no has desayunado nada- tal vez no era la completa verdad, quería más que me hiciera suyo contra el escritorio a que comiera algo -No tienes que tratarme así por esto, solo quería que no te sintieras mal, siempre te sobrecargas de trabajo y si no comes te termina doliendo la cabeza o estomago- bueno, tal vez también vine para que se alimentara bien.

-Te lo agradezco pero ya tome un café y comí un pedazo de tarta, puedes irte.

-¿Me vas a menospreciar así? ¡¿A caso no vas a valorar que he venido a verte y por preocuparme por ti?!- se acabo, ya no lo tolero, así que solo exploto, su trato me está dañando, ya no puedo soportarlo.

-No levantes la voz y tampoco exageres, sabes que no me gusta que vengas, me distraes y no puedo en estos momentos tomarme un descanso, estoy a punto de cerrar un contrato importante para el estudio, mi padre quiere que salga todo perfecto y tu presencia aquí solo provoca errores.

Al escuchar eso algo en mi se rompió, mis ojos se cristalizaron y empezaron a salir lágrimas de estos sin siquiera darme cuenta -¿Soy un error para ti?- él solo me queda mirando sin decir nada, tome el silencio como un sí, por lo que tiré el paquete al pequeño basurero que tiene y salí corriendo de su oficina. Se que no me va a seguir.

Una Noche...? •Kookmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora