Una Noche...? •Kookmin•

5.

-Sabia que tenía que acercarme a ti, tu cuerpo es lo más increíble que vi en mi vida, todo en ti es hermoso Jimin.- nos acostamos en la cama y coloco mi cabeza sobre su pecho , el pasa su brazo izquierdo por mis hombros para abrazarme.

-Perdón por entrar a tu fiesta sin invitación.

-No hay problema, si no aparecías seguramente hubiera acabado ebrio para soportar las felicitaciones de todos los de aquí.

- ¿Por qué felicitaciones?.

-Acabo de firmar un contrato para asociarme con una firma, no es la gran cosa pero es importante para mi grupo.

-Eso es bueno, felicidades entonces.- le dedico una sonrisa somnolienta, después de todo lo ocurrido mi cuerpo esta agotado.

-Es lindo recibirlo de ti, gracias pequeño ángel.- me da un beso en mi frente -Descansa un poco, luego te llevo a tu casa.-

-De acuerdo, mi demonio tentador.- ambos nos reímos y luego de unos minutos acabé en los brazos de Morfeo.

Transcurridas unas cuantas horas después, Jungkook me despertó para que me llevara, nos duchamos juntos entre besos y risas, me ayudo a vestirme y bajamos las escaleras tomados de la mano como una pareja cualquiera, lo cual me hizo sentir algo raro en el pecho.

Una vez subimos a su coche manejó hasta Gangnam, donde se encuentra mi departamento. Luego de unos cuantos minutos estacionó fuera del conjunto, por lo que le agradecí y trate de bajar de su auto pero me tomo de la muñeca antes de irme.

-Jimin se que dije que solo una noche pero me gustaría volver a verte.

-Jungkook soy casado y lo que paso entre nosotros estuvo mal, no es lo correcto volver a vernos.

-Lo se pero si pasó es por algo, quiero volver a verte.

-Se que no estoy pasando por el mejor momento con mi matrimonio pero lo que hice estuvo mal, no es que no lo haya disfrutado pero no esta bien que haya sido de esta manera.

-Por favor pequeño ángel, se que suena extraño pero siento que el destino te puso en mi camino.

-Si el destino quiere eso entonces volveré a verte en algún otra parte y otras condiciones, pero mientras eso no ocurra, por favor, no me busques Jeon, adiós.

Y jodidamente el destino iba a volver a cruzarlos.