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Hoy es un nuevo día, afuera esta soleado, los pájaros cantan y yo estoy acostado en mi cama sin querer moverme, la culpa me esta matando lentamente, estuve pensando todo lo que paso, la insistencia de Jungkook me está volviendo loco, transcurrió una semana y no se cansa de mandarme mensajes.

Se lo que piensan, que engañe a Yoongi, que corra tantas veces quiera a los brazos de Jeon, total, Min no es un buen hombre conmigo, pero no, no es así de fácil, yo amo a mi esposo y Jungkook solo me esta confundiendo, ese maldito pelinegro con cuerpo y rostro de dios griego que se transforma en un maldito demonio tentador, va a matarme.

También esta la opción de acabar mi matrimonio y correr a los brazos de Jungkook, pero tampoco funciona, amo a mi esposo, se que podemos mejorar nuestra relación, aún creo en nosotros, en lo que eramos.

Desearía no haber hecho nada aquella noche, solo haber vuelto para discutir con Yoongi pero viéndolo así tampoco quiero volver el tiempo atrás, odio discutir con él, siempre trata de tener la razón.

-Aunque... ¿Realmente amo a Min Yoongi?- Grito desesperado y me levanto para ducharme, que bueno que me encuentre solo, necesito salir a distraerme para que mis pensamientos no me torturen.

Una vez maquillado y con mi cabello rubio arreglado me visto con una remera simple blanca, un jean azul rasgado en los muslos y unas converse, me coloco mi chaqueta de cuero negra y salgo sin rumbo alguno para distráeme.

Me encuentro en vacaciones por lo tanto no debo de ir a la universidad, estoy en mi último año de periodismo, antes de conocer a Min solía salir solo a investigar y lanzar mis propias noticias en el periódico de la uni pero luego de empezar formalmente mi relación tuve que dejarlo por los celos de Yoongi, analizando bien casi todo lo deje por él, tal vez deba de ponerle un alto.
En fin, me gustaría poder trabajar en algún periódico o lanzar el mío propio, me encantaría lograrlo.

Mientras camino sin tener un lugar a dónde ir me detengo abruptamente al ver una persona muy conocida a lo lejos, me sorprendo y corro hacia ésta ya que está apunto de recibir un puñetazo en su cara.

-¡Hey! ¡¿Por qué rayos quiere pegarle?!

-Tu no te metas, éste maldito está entrando a escondidas a mi local.

-¡Tal vez es porque le vende comida que no está en condiciones a sus clientes!- dice el chico, enojado.

-¡Desgraciado!

En eso, suelta un puñetazo nuevamente pero lo recibo yo al meterme en medio de ambos, caigo al suelo, el hombre queda estático y recibe una patada en la ingle por la otra persona, me levanto y agarro de la muñeca al chico para salir corriendo antes de que nos mate a ambos.

Una vez nos alejamos me detengo y miro el rostro de nada más y nada menos que Kim Taehyung, mi mejor amigo de Busan.

-¿Te encuentras bien?- le pregunto algo agitado por tanto correr.

-Sí, gracias por...

Sus palabras quedan sin salir, su rostro muestra sorpresa y yo solo sonrió en grande provocando que mis ojos se vuelva dos líneas.

-¿Jimin?

-Sí taetae, soy yo.

-¡Joder mimi!

Con una de sus sonrisas cuadradas se acerca para abrazarme fuertemente y yo le correspondo con gusto, no lo veo desde que me fui de Busan, realmente lo extrañaba.

-Joder Jimin, no puedo creer que te esté viendo, han pasado años ¿unos seis verdad?

-Sí, es mucho tiempo de verdad, perdón por nunca haberme comunicado.

-No te preocupes hombre, no puedo juzgarte, querías escapar.

-¿Haz venido a estudiar aquí?- cambio rotundamente la dirección de la conversación.

-Exacto Jiminnie, vine a ser el mejor periodista, como ambos lo soñamos alguna vez.

-Wow eso es increíble, no se si tienes tiempo pero ¿Te gustaría tomar algo?

-Claro, vamos, tengo mucho que contarte al igual que tu a mi, ese anillo en tu dedo necesita explicación.

Con una risa por su comentario emprendemos hacia una cafetería, el camino fue agradable, íbamos riéndonos por lo que paso hace rato, al parecer Tae también hace investigaciones por su cuenta para lanzarlos en su página, resulta que el hombre de hace rato le entrega comida en mal estado a la clientela, ya hubo muchas quejas pero siempre se sale con la suya y sigue entregando los pedidos así, por lo tanto Kim buscaba desenmascararlo pero no salió como esperaba.

-Tienes el pómulo hinchado por el golpe.

-Lo se , me duele un poco.

Ya nos encontrábamos sentados comiendo y tomando algo, el golpe de adrenalina había bajado y estaba sintiendo una punzada en mi rostro a causa del puñetazo.

-Voy a pedir una botella de agua fría para que te coloques ahí mientras tanto, ya vuelvo.

-Bueno, te espero.

Una vez llega con la botella me la apoyo en el pómulo y me quejo del dolor, va a haber un gran moretón ahí.

-Entonces... ¿Quién cayo a tus pies?- dice divertido levantando su cejas repetidas veces.

-Su nombre en Min Yoongi, es un abogado, lo conocí luego de mi primer año aquí. Nos casamos dos años después.

-Wow mimi, si tuviste surte, espero me suceda lo mismo, encontrar el amor y ser un gran periodista.

-Espero que así te pase, te deseo mucha suerte en eso.- le regalo una calidad sonrisa que él me devuelve.

Seguimos conversando y riendo hasta que escucho la campana de la tienda sonar, giro levemente mi cabeza para ver quien a cruzado por ésta y me lamento al momento de hacerlo, por lo que bajo rápidamente mi mirada.

-¿Jimin estas bien?

-Eh, sí, no te preocupes.

Escucho unos pasos dirigirse hasta nuestra mesa, estoy acabado.

-¿Quién es el señor que viene hacia aquí?

-Hola ángel, que bueno encontrarte aquí.

Trágame tierra y escúpeme lejos.

Una Noche...? •Kookmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora