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Han pasado tres días desde aquella noche, al llegar al departamento Yoongi me estaba esperando sentado en uno de los sillones de la sala de estar, apenas cruce la puerta empezó a gritarme preguntando dónde estaba, yo no le respondí nada y pase de largo subiendo a la habitación avisándole que durmiera abajo, no quería compartir ni un segundo con él, ya que seguía enojado y además la culpa ya estaba llenando mi cabeza. Lo bueno es que al estar lejos no ha visto las marcas de mi cuerpo.

Desde ese momento ya no hablamos, estamos muy distanciados pero él tampoco se acerca a mi para pedir disculpas por lo que dijo, así que a mi parecer ya no me ama en lo más mínimo. No estamos para nada bien pero sigo sintiéndome del asco por lo que hice, lo engañe, por más que nuestra relación se esté yendo por el caño, lo engañe y eso no tiene perdón.

Escucho como dan golpecitos en la puerta de la habitación, ya se quien es.

-¿Cielo puedo pasar?-
Al parecer mi esposo se digno a hacer su aparición después de tantos días.

-Sí, puedes pasar.

Yoongi abre lentamente y se adentra, camina despacio hasta sentarse en una esquina de la cama donde me encuentro, -¿Qué quieres?- no voy a ser bueno con él, se que estoy mal por lo ocurrido pero tampoco se merece mi amabilidad después de como me hizo sentir.

-Cielo, quiero pedirte disculpas por lo que dije, no eres un error, en serio te amo, solo que me encontraba estresado por todo el tema del contrato de asociación con el otro bufete de abogados, en serio discúlpame, Jimin.

Mierda, tiene esa mirada de perro abandonado que me hace débil, así me hace sentir la mierda más mierda que se puede encontrar en el planeta.

-...

-Jimin, vamos, perdóname.

-Esta bien, si fue por tu estrés lo entiendo pero me hiciste sentir muy mal y recién ahora intentas arreglar las cosas entre nosotros... siento que ya no te importo como antes.

-Sí, fue por eso y en verdad lo siento por hacerte sentir así, eres lo más valioso que tengo, te amo con todo mi ser, prometo cambiar mi actitud bebé.

Al escuchar ese apodo inmediatamente me llegan a la cabeza imagines de la otra noche y mi cuerpo se estremece.

-¿Te encuentras bien Jimin?

Estando perdido en mis recuerdos no le presto atención a Yoongi, hasta que pasa su mano por delante de mi rostro.

-¿Qué dijiste? Perdón, estaba recordando algo amor, discúlpame.

-Nada, solo si estabas bien, te quedaste viendo un punto fijo ¿seguro que esta todo bien?

-sí, no te preocupes, está todo bien.

-Ok, entonces ya te puedo avisar que en la noche tenemos una reunión para conocer a la firma aliada.

-¿Una reunión aburrida? Sabes que no me gustan, todos con caras serias, fingiendo amabilidad con otros.

-Lo se amor pero solo por hoy.

-Bueno, esta bien.

Llegada la noche me dirijo junto a mi esposo a su compañia, llevo puesto una camisa negra con los dos primeros botones sin abrochar, unos pantalones negros no tan ajustados, mis zapatos al igual negros y un saco gris, no me gusta mucho pero Yoongi dice que me vista así para no llamar la atención, es muy celoso, para evitar discutir le hice caso, no quería amargarme la noche.

Luego de haber llegado hace unas cuantas horas y haber saludo a mil personas todos se encuentran amontonándose alrededor de mi esposo y unas cuantas personas más, ya que iban a dar a conocer al dueño del bufete de abagados contrario.

-Por favor quiero que hagan silencio.- pide Yoongi, una vez apaciguan los murmullos  prosigue. -Bien, buenas noches a todos, hoy nos encontramos aquí para poder festejar y conocer a nuestros nuevos socios. Gracias al contrato que realizamos vamos a tener unos años muy prósperos dentro de ambas firmas y esto es posible gracias al presidente de Patrimonium Jeon, por favor un fuerte aplauso para Jeon Jungkook.-

Al escuchar pronunciar ese nombre por lo labios de mi esposo sentí fallecer, todo mi mundo se vino abajo al ver a aquel hombre asomarse de entre la multitud y saludar a todos.

Toda mi vida esta acabada.

Una Noche...? •Kookmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora