XXIII

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El veinte de agosto fui con los demás a la playa más cercana a la ciudad. Esta aún así estaba a varios kilómetros, así que también vinieron Sandro, Gabriella y Jacopo, el hermano mayor de Damiano, para llevarnos en coche. Éramos muchos, así que tuvimos que separarnos en dos.

En el coche de mi hermano íbamos Gabriella, Victoria, Ethan y yo, mientras que Damiano, Chiara y Thomas iban en el coche de Jacopo.

Durante el trayecto, Sandro puso la radio. Ponían muchísimas canciones que yo no conocía, pero Victoria y Ethan sí, por lo que ella se pasó todo el camino cantando, más o menos, y él marcando el ritmo en sus rodillas. En muchas canciones se les unía Gabriella desde el asiento del copiloto.

A mitad de camino empezó a sonar una canción que sí conocía. Se trataba de Locked Out of Heaven, de Bruno Mars. Bruno Mars era uno de los pocos cantantes de pop del siglo XXI que me gustaban, sobre todo porque su música era más bien una mezcla entre pop y reggae.

- 'Cause your sex takes me to paradise -cantaba y bailaba Victoria alegremente desde su asiento.

- Yeah, your sex takes me to paradise -continué yo a su lado mirándola con una sonrisa.

- And it shoooooooowws -seguimos cantando Victoria, Gabriella y yo a la vez- ¡Yeah, yeah, yeah!

Sandro nos sonreía, mirándonos desde el espejo retrovisor a través de las gafas de sol que siempre se ponía para conducir de día. Además, seguía el ritmo de la canción dando al volante con los dedos mientras lo sujetaba.

Cuando salimos del coche, esperamos a que Jacopo aparcase también. Hay que mencionar que llegaron bastante tarde. Cuando lo hicieron, fuimos todos juntos a la playa, la cual, sorprendentemente, estaba vacía.

A pesar de hacer bastante calor, el cielo estaba nublado. Eso para mí solo significaba que tendría que embadurnarme en protector solar, dado que aunque mucha gente no lo sabía, las nubes solo hacían que el sol quemase más rápido.

Victoria entrelazó su brazo con el mío, lo cual se había convertido en una costumbre para ambas, y cogimos todos juntos un sitio cerca de la orilla.

Lo primero que hice al llegar fue quedarme en bikini y ponerme protector solar por todo el cuerpo. Cómo no, fue Victoria quien me lo puso en la espalda. Desde que habíamos tenido nuestra primera vez, cualquier excusa era buena para tocarme, lo cual me encantaba y me provocaba demasiado.

- ¿No podemos ponernos un poco más atrás? -preguntó Chiara, casi suplicante.

- Tranquila, la marea no va a llegar hasta aquí -la tranquilicé.

A Chiara le encantaba estar en la playa, pero jamás se acercaba al agua. La pelirroja tenía una fuerte talasofobia desde que era pequeña.

- ¡El último en llegar a la orilla es un pescado podrido! -exclamó Thomas, haciendo carrerilla hacia el mar.

- ¡Eh, eso es trampa! -replicó Victoria corriendo tras él, seguida de Ethan.

Ethan corría mucho más rápido que los rubios, así que fácilmente consiguió llegar el primero el agua.

- ¡Qué fría está! -exclamó Victoria cuando sus pies tocaron el mar.

Sandro, Gabriella y Jacopo también fueron en seguida a bañarse. Ellos tres conformaban su propio grupo de amigos, aunque no pude evitar pensar que el hermano de Damiano estaba haciendo de sujetavelas con mi hermano y su prometida.

Chiara se sentó en una de las toallas y observó a estos con melancolía y miedo, suspirando y poniéndose sus gafas de sol. Damiano la miró desde la distancia mientras nos alejábamos para fumar antes de meternos en el agua. Parecía confuso, con curiosidad de saber por qué no quería acercarse al mar.

Girls Bite Back (Victoria de Angelis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora