- No te entiendo -solté-. ¿Cómo que voy a volver a Italia?
- Marlena, nunca te he visto tan feliz como cuando estuviste en Italia la última vez. Estabas con tus amigos, tenías una vida casi perfecta y eras feliz. Aquí no lo eres. Toda tu vida has estado pensando más en nosotros que en ti misma, y ya va siendo hora de que seamos nosotros los que pensemos en ti -explicó mi hermano.
- Nos mata verte tan derrotada, Marlena -añadió mi padre-. No quiero ser un obstáculo para ti ni para tus sueños, quiero que seas libre de vivir tu vida, sin preocuparte del dinero ni tener cargas familiares. Apenas tienes veintiún años, necesitas vivir tu juventud y estar con tus amigos, con la gente que realmente te hace feliz.
- Vosotros también me hacéis feliz -discutí.
- Pero no tanto como ellos -replicó mi hermano.
- Pero ellos ahora son famosos... -suspiré.
- Eso no significa que no puedan hacerte feliz -argumentó mi padre.
- ¿De verdad pretendéis que me marche yo sola a un país con una mano delante y otra detrás, sin trabajo y sin un sitio donde quedarme? -dije preocupada.
- Tienes el dinero del finiquito y lo que has podido ahorrar de las actuaciones en el bar -me tranquilizó mi padre.
- Además, puedes pedirle a Chiara que te acoja. Ella estará encantada de tenerte allí de nuevo, así que no tendrá problema -añadió Sandro.
- Pero estoy enfadada con ella por no hablarme de Måneskin... -suspiré.
- Entiende que pensó que lo hacía por el bien de todos vosotros -dijo mi hermano.
- Marlena, estos años has estado amargada. No has podido dedicarte plenamente a la música por mi culpa -comentó mi padre-. Te mereces ser feliz, y en España no lo eres. Vuelve a Italia, cariño. Sé feliz, vive tu vida, pasa todo el tiempo que puedas con tus amigos.
- Olvida que Chiara te ocultó cosas, perdónala y deja de sacrificarte por los demás -me aconsejó Sandro-. Sé un poco egoísta.
Resoplé. Llevaba años evitando incluso pensar en volver a Italia, por miedo a que, con la suerte que tenía, mi madre se escapara de alguna forma del manicomio en el que la habían encerrado y viniese a por mí, o por miedo a que al volver, Victoria me guardase rencor por haberme ido y no volviese a dirigirme la palabra. Aquello era algo que no quería experimentar.
Pero mi padre y mi hermano tenían razón. Sentía un vacío en el pecho desde que había vuelto a España. Un vacío que durante cinco años había intentado llenar con tabaco y alcohol, haciendo otros amigos como Jordi y Laia, acostándome con esta última sin ser consciente de que después me sentiría una mierda de persona por utilizarla, escribiendo desgarradoras canciones dedicadas al desamor y al olvido. Todos estos métodos fueron un fracaso. Llevaba cinco años sintiendo ese puto vacío, cinco años en los que supe que solo podrían llenarlo mis verdaderos amigos.
- Está bien -suspiré-. Volveré a Italia... esta vez indefinidamente...
[...]
Chiara me volvió a llamar a la mañana siguiente. Quería disculparse por no haberme contado nada durante años, por no haber sido capaz de mantenernos a todos felices aún intentando protegernos. Realmente le preocupaba que aquello destrozase nuestra amistad, incluso a pesar de que tanto ella como yo sabíamos que habíamos superado cosas peores.
Después de tranquilizarla y repetirle en repetidas ocasiones que ya la había perdonado, me estuvo contando algunas de las cosas más básicas que no me había dicho en los últimos años, como por ejemplo que además de seguir trabajando como abogada, de lo cuál sí me había enterado cuando terminó la carrera, era la presidenta del club de fans oficial de Måneskin y una de las muchas personas que gestionaban los perfiles de este club en redes sociales. También, me contó que vivía con Damiano desde hacía dos años, de lo cual sí que no me había contado nada, ya que siempre que me llamaba procuraba estar sola en casa. Tras contarme esto, salió el tema de la polémica que los medios de comunicación franceses seguían provocando.
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Girls Bite Back (Victoria de Angelis)
FanfictionEn esta historia se dispone un escenario ficticio en el que el nombre de Marlena, que aparece en repetidas canciones del grupo de música italiano Måneskin, pertenece a una muchacha a la que nuestros ídolos conocieron antes de hacerse famosos, la cua...