Novela Cristiana.
El primer amor de Abigail una vez fue también el de Daniel, pero su fé se quebranto una noche donde la luna estaba completa y brillaba junto a las estrellas, su fé se perdió un día no cualquiera, y nunca pensó que alguien lo guiara...
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Daniel Sáenz, de 19 años, era todo un adonis, primor, apolo, galán, guapo, gallardo y todas aquellas palabras similares que describan la belleza física en un hombre, no era el típico rubio musculoso de las telenovelas, pero su presencia atraía miradas, esta belleza era arruinada a la hora de conocer su frialdad y actitud distante. En la secundaria, las chicas soñaban con un futuro junto a él, hasta que lo conocían realmente y perdían todo interés. Sáenz nunca contempló la idea de una relación seria, siendo catalogado como el enigma más guapo de la clase. Lo que algunos no sabían era cuánto le dolían los acontecimientos por los cuales había pasado alguna vez en su vida, acontecimientos que lo devastaron por completo hace mucho tiempo, sucesos que generaron esta actitud en él y que además le habían hecho perder la fé y confianza en el creador del universo.
Abigail Jara, de 18 años de edad, era un alma amable y generosa, radiante con su belleza y encanto natural. Era una romántica en todos los aspectos de su vida, soñaba con algún día poder casarse y caminar de la mano de su amado a la orilla de la playa, disfrutar de retiros espirituales, adorar a Dios juntos y vivir una vida plenamente feliz. Sin embargo, esos sueños eran a largo plazo; por ahora, su enfoque estaba en la universidad, el periodismo y su liderazgo en la red juvenil de su iglesia. Aunque parecía llevar una vida perfecta y tranquila, nadie conocía las batallas internas que había librado a su corta edad, a excepción de su primer amor, al que conoció con tan solo 10 años y al que le ha sido fiel desde entonces, Dios, quien la conocía a la perfección y entendía sus pensamientos y sentimientos más profundos.
El primer amor de Abigail una vez fue también el de Daniel, pero su fé se quebranto una noche donde la luna estaba completa y brillaba junto a las estrellas, su fé se perdió un día no cualquiera, y nunca pensó que alguien lo guiara nuevamente al lugar donde una vez fue feliz, nunca pensó que volvería a creer en Dios ni en los profundos sentimientos que había negado experimentar, pero el papel no compatible de una chica en su vida desafiará las creencias de Daniel y abrirá su corazón a nuevas posibilidades.
Nueva versión Internacional - Jeremías 29:11
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
