Izuku Midoriya tiene 24 años y un historial de relaciones amorosas fallidas. Es un escritor con obras famosas, pero al haberlas escrito bajo un seudónimo, su identidad se mantiene en el anonimato, dándole el pase libre para experimentar en relacione...
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- Entonces... ¿No te sientes listo para verle después de haberlo rechazado?- Uraraka resumió todo el balbuceo del peliverde intentando ver si comprendía la situación.
Izuku asintió cabizbajo ante la afirmación de la castaña.
- No entiendo, creí que él te gustaba ¿por qué lo rechazaste?- Uraraka pensó que tal vez se había equivocado, que tal vez a Izuku no le gustaba Shoto y ella sólo había saltado a conclusiones apresuradas.
- Si alguien pierde siempre en éste tipo de Relaciones, no quería ser yo- Izuku se veía avergonzado de lo que acababa de decir.
- Pero Shoto dió el primer paso, yo no creo que...
Una bocina detrás de ellos les hizo sobresaltar.
Estaban en medio de una avenida, camino a la editorial.
Por algún motivo desconocido, el embotellamiento hacía difícil moverse siquiera unos metros en el coche.
Unos autos delante, se encontraban dos conductores discutiendo acerca de los daños en sus coches y cómo les era imposible moverlos porque habían terminado atrapados con los coches de detrás.
Ambos conductores, decidieron que no era culpa de ninguno de los dos y que discutir no les llevaría a ninguna parte. De hecho ambos unieron sus pesares y los convirtieron en rencor por el conductor misterioso del coche rojo que había girado bruscamente produciendo el choque.
Rojo, igual que el auto de Uraraka.
- ¡Que ineptos! ¿No saben conducir acaso? Mira que generar un embotellamiento así y detener todo el tránsito... Definitivamente es obra de una persona inútil e irresponsable- Uraraka farrullaba mientras avanzaba lentamente la poca distancia que había logrado ser despejada.
Claro, Uraraka no caía en cuenta de que estaba, básicamente, insultandose a sí misma.
- Creo que entendí la situación - se giró para ver a Izuku, aún con sus manos en el volante - Sé que te dije que alguien perdía en esa clase de relaciones. Pero sí ambos sentían lo mismo, ya no se le llamaba perder -Uraraka no era buena con las palabras, no era tan buena como Izuku así que le costaba el doble de esfuerzo hilar sus ideas y transmitirlas de manera correcta- Sí ambos obtuvieron el mismo resultado, entonces creo que ambos ganaron.
Izuku había pensado en éso.
No, de hecho, incluso sabiendo eso, decidió utilizar las palabras de su amiga como excusa para protegerse.
- Pero puede terminar mal, yo no quiero ni siquiera que termine- Dejó que sus pensamientos se liberaran, pensó que sería un poco más fácil sí alguien más le ayudara a eliminar sus preocupaciones o darle razón a éstas.
- Le diste un final cuando dijiste que no sentías lo mismo- Uraraka apoyó su cabeza en el respaldo de su asiento, casi se podía ver a sí misma en el lugar de Izuku- Pero eso no lo sabías en ése momento.