Izuku Midoriya tiene 24 años y un historial de relaciones amorosas fallidas. Es un escritor con obras famosas, pero al haberlas escrito bajo un seudónimo, su identidad se mantiene en el anonimato, dándole el pase libre para experimentar en relacione...
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Izuku saludó a Jirō mientras se dirigía de manera directa a la oficina de Shoto, ésta vez llevaba unos tuppers con un almuerzo que le preparó.
- Hey Jirō, ¿Puedo pasar a dejarle el almuerzo a Shoto?- le sonrió amablemente mientras señalaba el bolso que llevaba.
- Bueno, hace poco me dijo que estaba corrigiendo el manuscrito de un escritor importante- dijo ella mientras torcía sus labios al pensar- Ah, pero ¿quién soy yo para detener el amor?- dijo finalmente mientras levantaba el teléfono sobre su escritorio- Señor Todoroki, sé que dijo que no quería ser interrumpido pero vino el joven Midoriya- Kyoka sabía su nombre desde hace algunos días, porque Izuku siempre se pasaba por esa oficina, sin importar si sólo era para saludar, llevarle una comida, entregarle un manuscrito o fingir que quería hablar con Jirō- Claro señor, hasta luego.
Ella sonrió mientras asentía con su cabeza, dándole el pase para entrar.
Si lo pensaba detenidamente, todo había salido bien ésa semana desde que conversó con Shoto y decidieron dejar sus mentes al descubierto.
Claro, a veces temía ver al medio albino a los ojos con el miedo de que él descubriera lo que pensaba porque no habían más cosas que le estuviera ocultando. Se sentía ansioso al saber que cualquier cosa que sintiera, Shoto podía adivinarla porque le había dejado entrar en su cabeza y dar vueltas allí tanto como quisiese. Pero entonces se daba cuenta que aquello iba en ambos sentidos.
Shoto también le había dejado ver dentro de su cabeza y descubrir lo que estaba en su corazón. Había hablado con voz temblorosa mientras le confesaba todas las cosas dolorosas que fueron parte de su vida.
Empujó la puerta mientras una sonrisa involuntaria decoraba su cara.
- Oh, Señor Shoto, me dijeron que estaba revisando el manuscrito de un escritor importante- cerró la puerta de manera cuidadosa mientras avanzaba con pasos lentos hasta el escritorio frente al cual estaba sentado Todoroki, con un bolígrafo rojo en su mano- ¿Tal vez es de Deku?- inclinó un poco más su cabeza y empezó a susurrar, como si estuviera a punto de revelar un secreto- Oí que es un gran fan.
Sintió el cuello de su camisa ser jalado de manera suave y sus labios se estrellaron contra los de Shoto.
- Sí, soy un gran fan suyo- el medio albino le dedicó una sonrisa dulce- me gustaría pedirle un autógrafo.
- Mmhm- Izuku se empezó a jugar con sus propios labios, de la manera en que lo hacía cuando pensaba, sólo que ésta vez era un juego- Oh ¿Qué haremos? Oí que nunca autografió libros así que no tiene una firma artística.
Todoroki levantó sus cejas en señal de sorpresa y cerró el manuscrito empastado que tenía en sus manos.
- No puede ser ¿En serio no tienes una firma?- se oía tremendamente escandalizado mientras le preguntaba éso. Como si esperara una respuesta distinta.
