─¡VETE A COMPRAR EL PUTO PAN HIJO DE PUTA!
─¡Ya te dije que no quiero!
─Si vas. Limpio la caca de manchas durante la próxima semana.
─Hecho.
Una discusión perfectamente equilibrada entre ambos hermanos. Era común en su hogar. Y tal y como lo prometió salió a comprar "el puto pan".
Caminó hacia la esquina de su casa y le pidió a la señora su bolsita de siempre. Y como siempre le aventó una cajita de fósforos a la cara por imbécil. Cabe aclarar que siempre se olvidaba pagar. Y le tenía que pagar eso más la cajita.
Al salir caminó directo a su casa. Esta vez tenía que llegar rápido. Nunca hubieron impedimentos hasta ese día. Un chico cruzó por su lado. Ambos chocaron miradas. Las mascarillas impedían verse mejor. Pero lo que delataba al más bajo era su corazón latiendo fuertemente. Aquel chico misterioso siguió su camino hacía una señora mayor que le gritaba por un nombre que logró identificar como "Gianluca". Trató de acercarse a hablarle, pero cuando quiso hacerlo el borrador de su madre impactó contra su cabeza.
─¡Ven aquí pedazo de imbécil! El quacker se enfría!
─¡S-si!
Y ahí quedó. No lo volvió a ver. Y aunque solo sabía su nombre. Quedó enamorado de él.
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No afecta a la historia original.
<3
