La familia más homosexual del país salió de su hogar en aquella camioneta que compraron ya hace unos meses atrás.
Cambiarían de ambiente por un corto tiempo. Se acercaba una hermosa fecha para ellos (incluyendo sus amigos de la selección y medio país).
Colocaron a las pequeñas (no tan) bebésen sus respectivos asientos infantiles al lado del italiano que se había ofrecido ir en la parte trasera. En el lado del conductor se encontraba Christian, hoy le tocaba a él conducir, no era tan molesto de todas formas, evitaría que pongan la misma canción una y otra vez. Él quería escuchar a Maluma, ya no podía aguantar las ganas.
Tomó la llave entre sus dedos y la introdujo en la cerradura, tomó el volante con su mano izquierda y el "palo de cambios" con la derecha. Pocos segundos después el vehículo ya se encontraba en movimiento.
El camino fue bonito, era todo tan tranquilo que podría estar ahí varias horas más. O por lo menos era por parte del trujillano, Gianluca estaba aterrado, se había desmayado por ver la altura del lugar en el que estaban.
Luego de unas horas más lograron llegar a su destino, Gianluca se levantó a causa de un manotazo que le dieron ambas pequeñas.
─Auch. Gulia tiene mucha fuerza. ─Gimió de dolor el más alto─
─Levantate amor. Ya llegamos.
─¿Llegar a donde?
─A casa de mis padres idiota.
─Chucha.
