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˝I miss New York and I miss the music
Me and my friends, we miss rock 'n' roll
I want shit to feel just like it used to
And, baby, I was doin' nothin' the most of all"▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
—No, nada de animal print en ropa interior, da la impresión que hueles a perro remojado, ¿quieres eso?—pronuncia Hera agitando la mano, tan despectiva como el mohín de su boca, al pasillo repleto de prendas de ese estilo peculiar—. Los tonos pasteles van con tu piel, ¿lila, azul, rosa? Incluso amarillo.
A diferencia de la tienda que acabamos de abandonar, esta es más recatada en cuanto a colores y decoración. Tonos claros y luces en lámparas de estilo clásico le dan un aire sofisticado que me pone a temblar la tarjeta dentro de la cartera. A pesar de tener más opciones para elegir, no he mirado ni una crema corporal y es lo primero que busco en estas tiendas.
Punto para aquella de tienda de colores rosa chillón.
Lulú se rasca la cabeza con el rostro entumecido. Hemos pasado una hora de tienda en tienda sin conseguir una que entre en el radar de calidad de Hera.
—Lila me gusta—contesta, forzando una pequeña sonrisa.
Creo que empieza a arrepentirse de pedirle ayuda a Hera, ella se toma muy en serio su trabajo, tan en serio, que ha pasado por el alto un detalle: la razón de porque a Lulú le ha nacido el querer abastecerse de ropa interior que, en sus propias palabras, provoque.
Está perfecto, incluso me causa una felicidad tremenda que quiera salir de su zona de confort, experimentar eso a lo que le ha temido tanto tiempo. Si no fuese porque...
—A Helsen le gusta el azul.
El decreto de Hera, directo y sin titubeos, interrumpe mi diatriba mental, como si me hubiese pegado una bofetada. Lulú, pasmada como lo estoy yo, abre la mirada y de ponerse como el color de la leche, pasa a sufrir un sonrojo que le alcanza las orejas. Las tres nos miramos, esperando que la otra hable primero, pero el viso de obviedad de Hera nos hace romper la tensión con risas.
Eso es lo que me preocupa. Helsen.
—Y yo que creí que el mito de ser rubia y tonta había pasado a la historia con Legally Blonde—bufa Hera, girando los ojos—. Son tan evidentes que dan vergüenza ajena.
Como quitarle razón, si tiene la boca llena de ella.
—Yo no...—balbucea Lulú, se detiene al Hera apretarle el brazo.
—No me tienes que dar explicaciones, Lu, es mi tío, no el tuyo—masculla, apretando la sonrisa para no echarse a reír, o llorar, nunca lo sabré—. Solo te diré que pienses bien lo que haces, Helsen está acostumbrado a ciertos tratos, y te lo diré sin rodeos—ladea la cabeza, afianzando la mirada azul en la verde de Lulú—, tu no. Lo último que deseo es que te genere inseguridades.
Lulú más dudosa que pensativa, sondea:
—¿Ciertos tratos?
Hera se lo piensa antes de hablar, ignoro si porque busca las palabras adecuadas o se ha arrepentido de decírselo.
—Suma la experiencia de Eros y papá, tendrás la de Helsen como resultado; ir lento no es lo suyo y Lulú, no quiero que su forma de hacer las cosas te abrume y acabes odiando algo tan precioso como lo es el sexo, ¿si comprendes lo que trato de decirte?—asevera la rubia, quitando la mano del brazo de Lulú—. ¿Le has dicho lo de...?
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The Right Way #2
Teen Fiction《Segundo libro》 Transcurridos más de un año y medio desde los hechos del quince de abril, Sol no es la misma adolescente que dejó Alemania con heridas más profundas y dolorosas que dos impactos de bala. Acabando de finalizar su tercer semest...