Camine en círculos por la sala esperando a que Ellington llegara, tenía un presentimiento terrible, casi siempre mis presentimientos para las tragedias acertaban, espero que no me caiga una bomba más a mi vida o sino colapsare. Transcurrió una media hora y no obtenía la presencia de Ratliff en mi puerta, esto me está matando, tenía los nervios de punta por lo que había pasado con Ross.
Llego por fin mi mejor amigo.
—Hola Rata –salude divertida, quizás así bajaba mi tensión.
—No me vengas con eso –dijo, tajante.
Me sentí cohibida por su respuesta.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué me tratas así?
Se sentó en el sillón y se enterró en su teléfono. Yo me acerque prudente y puse una mano en su espalda.
— ¿Sucede algo con Rydel? Sea lo que sea se arreglara, son proble…
—No, Laura, no – me interrumpió alzando su tono de voz, estrujo más su teléfono entre sus manos.
Me levante aturdida por su alto tono de voz.
— ¿Quieres decirme que demonios te pasa?
—Laura es Ross…
Mis músculos se templaron, siempre que oía ese nombre se me avecinada una ola de desgracia.
Lo observe expectante de lo que estaba por decir.
—Mira lo que me dijo hace media hora.
Me paso su teléfono y me encontré con un mensaje de texto de él, un nudo se me hizo en la garganta. Lo retire de mi vista sin aún leerlo.
—Demonios ¡Léelo! Y dame una respuesta sobre eso.
Con mi pulso temblante comencé a leer…
“Amigo, eres uno de los pocos con quien puedo contar y confiar por no decir el único, te agradezco tanto los años de amistad vividos, es algo que siempre llevare en mi mente. Lamentablemente no lo logre, no lo hice y creo que jamás lo haré, estoy condenado a vivir cohibido de la felicidad, eso no se hizo para mí y últimamente es que me di cuenta de ello, estoy destinado a vivir mudo de lo que realmente quiero y no puedo decir porque siempre soy un manojo de enredos, solo tú eres el conocedor de mis verdaderas cicatrices y quiero que se mantenga así. No digas nada por favor, espera a que se den dé cuenta de mi desaparición y cuando ya lo hayan hecho por favor no me busquen. Diles a todos que los amo, y a todos me refiero a Rydel, Rocky, Ryland y… bueno no vale la pena decirlo, tú ya lo sabes aunque no lo haya dicho jamás. Gracias por todo” – Ross.
Una lagrima broto, el nudo que tenía en la garganta fue desenredado de una manera horrible, ahora tenía el nudo desatado en mi garganta pero lo tenía atado en mi corazón.
— ¿Qué puedo hacer yo? –lagrimee cabizbaja.
—Extrañamente desde que te conoció cambio…
—No vi ningún cambio –le interrumpí.
—Lo hizo. Tú eres la única con la que él se calma.
—No es así, conmigo se comporta como un volcán, hace unos minutos…
Pare de hablar, tan solo no quería que nadie supiese las angustias mías con Ross, nadie además de Anna por supuesto y como ella no estaba…
Ellington inhalo una gran cantidad de aire y apretó sus labios.
—Dime. Confía en tu mejor amigo solo por una vez.
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Odisea |RAURA|
RomanceUn error entre el amor y el odio, donde las consecuencias serán pagadas en el mas mínimo detalle. ¿Que pasaría si comenzaras un juego en el cual pierdes todo? Donde el precio mas caro que pagaras sera con tu vida. Un chantaje que hizo que naciera...