Capítulo XXVI: "Él te necesita"

1.9K 148 23
                                    

        Mis manos se cerraron en puños.

—Pregunto por ti…

        Mi expresión decayó, quizás ya él le había comentado algo a mi amiga de lo que yo no fui capaz.

— ¿Qué te dijo? –Tome asiento a su lado.

—Nada importante –Cerro sus ojos lo más que pudo y respiro hondo-, Lo extraño –Admitió la pelirroja.

        Caí en un hoyo al saber que indirectamente o muy directamente soy la responsable de su dolor. No quería causar eso en ella. La abrace.

—No quiere volver –Apretó sus labios-, No logro entender que hice mal para que se alejará de la noche a la mañana.

        Más culpa decayó en mí.

—Ven aquí.

        Tome las mejillas de Anna y limpie las lágrimas que ya se habían resbalado.

—Tú no hiciste nada. Riker es –Me pause para abrazarla de nuevo-,  es un completo idiota al no apreciar la hermosa persona que eres.

        En ese instante me entro una llamada telefónica desconocida. Le indique Anna que me diera un minuto.

— ¿Hola?

—Hola Laura, soy Rydel.

        Su voz se escuchaba quebrada.

—Oh Rydel, lo siento tanto.

— ¿Puedes venir?

        Fruncí el ceño levemente ¿Qué necesitaba de mí?

—Es Ross, Laura. Él te necesita.

        No pude evitar sentir una punzada

—Está completamente destruido, está encerrado en su alcoba desde hace horas y le toco la puerta y no obtengo respuesta. Tengo mucho miedo.

        Anna alzo sus cejas, sabía que algo malo pasaba por mi reacción.

—Lo siento… pero no entiendo que pueda hacer yo, yo no ocupo ningún lugar en la vida de él.

   Ir a esa casa significaba encontrarme con Riker y ya muchas hipocondrías me había causado.

—Por favor.

Escuche el susurro desesperado de Rydel en la otra línea.

       Colgué en mi cobardía por escapar. Apreté el teléfono en mis manos suspire y parpadee varias veces, ya no más lágrimas. Ross me preocupaba, pero la verdad no entendía que podía hacer yo allá, sin mí, él es igual.

— ¿Qué sucede?

        Anna estaba abrazando un cojín a la espera de cualquier cosa ya que últimamente parece que solo recibíamos malas noticias.

—Es Ross –Solté con un hilo de voz.

— ¿Qué pasa con él?

—Según Rydel necesita de mí, pero no veo de que pueda servir yo.

        Musite despacio.

—y ahora…

—Está encerrado en su habitación y obtienen respuesta alguna.

—No sé si decir que vayas o que no, sé que ambos pasaron por un momento de disgusto y sé que tu aún no te has recuperado de eso.

        Era un hipócrita, no debía por que juzgar a otros ya que yo era la peor. Justo antes había pasado un momento con él pero ahora no entiendo porque no quería ir. Quizás sea que una parte de mí no quiere ser rechazada por Ross de nuevo.

Odisea |RAURA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora