Estaba parada frente al espejo rectificado mi atuendo, se me hacía un poco incómodo pero lo hacía por Anna ya que había exigido trajes de etiqueta, sin excepción. Ella se había encargado de escoger el mío porque sabía que yo no escogería lo que sería acorde, el vestido escogido era verde agua con algunos toques de pedrería en la parte superior, floreado en la falda que me llegaba mucho más arriba de mis rodillas y acompañado con unos tacones de corcho altísimos color negro, mi cabello caía liso por mis hombros, Anna lo había alisado el día anterior y por último yo me encargué del maquillaje, con ayuda de algunos vídeos tutoriales torpemente hice lo que pude. Examiné mi apariencia una vez más antes de decirle a papá que me llevará a la fiesta de los dieciséis años de mi mejor amiga.
La entrada estaba repleta de chicas con vestidos de la temporada y chicos vestidos elegantemente, me cohibí al no divisar a nadie conocido en la puerta y exhalé el aire que reprimía.
— ¿Sucede algo? –preguntó mi papá, quién intentaba encontrar un lugar para estacionarse.
— No veo a Ellington, no me gustaría entrar sola –admití.
Papá me sonrió de soslayo mientras aparcaba el auto en un puesto a solo metros de la entrada.
— No tienes de que preocuparte, estás hermosa, serás la envidia de ese montón de chicas.
Me reí ante su comentario.
— ¿Quieres que llame a Vanessa? –propuso papá.
— Oh no, no quiero interrumpirle su cita con Riker, me mataría –relajé mis hombros-, descuida, esperaré hasta que Ratliff llegue, no creo que tarde.
— Bien cariño –besó mi mejilla-, me llamas para cuando quieras que te venga a buscar, ten tu celular a la mano, diviértete.
Le sonreí por última vez, me bajé del auto para que él al segundo arrancará y desapareciera entre el tráfico.
Lentamente caminé hasta la entrada del local donde se celebraría la fiesta, en mi corto trayecto recibí un mensaje de Ellington, me informaba que ya estaba por llegar, decidí esperarlo en la entrada, la mayoría de las personas que ocupaban la entrada ya estaban ingresando a la fiesta y el lugar se estaba vaciando. Opté por sentarme en un pequeño muro de la jardinera que estaba a los lados de la puerta para esperar a mi amigo pelirrojo. Impacientemente mis dedos se movían de arriba abajo mientras sostenía mi bolso, mientras observaba la hora cabizbaja sentí una mirada centrarse en mí, levanté mi cabeza para divisar si ya Ratliff había llegado.
— Hola.
— Hola –respondí.
El chico que estaba parado delante de mí tomó asiento a mi lado, en el muro y cruzó sus pies.
— ¿Por qué no entras? –preguntó él.
— Espero al torpe de Ellington –rodé mis ojos-, parece una chica, se está tardando mucho.
Ambos nos silenciamos por un momento, yo por curiosidad ojee su vestimenta acción que lo constriñó un poco.
— Parezco un indigente, lo sé –sonrió divertido-, estaba trabajando, apenas logré escaparme vine aquí, Ratliff dijo que traería mi pase, pero como es un chica diva seguro se estará maquillando.
Lo interrumpí soltando una carcajada.
— Anna no te conoce ¿Te piensas colar? –enarqué una ceja a modo divertido.
— No, en mi defensa Ratliff me invito porque es un fracasado que no fue capaz de conseguirse a una chica para esta noche.
Volví a reír a lo que él se unió.
ESTÁS LEYENDO
Odisea |RAURA|
RomansUn error entre el amor y el odio, donde las consecuencias serán pagadas en el mas mínimo detalle. ¿Que pasaría si comenzaras un juego en el cual pierdes todo? Donde el precio mas caro que pagaras sera con tu vida. Un chantaje que hizo que naciera...