Algo le provocaba cosquillas en su rostro. Levantó una mano intentando deshacerse de lo que provocaba el molesto cosquilleo. Emitió un leve quejido al moverse de manera brusca y sentir su cuerpo adolorido; de pronto sonrió y se estiró voluptuosamente. Abrió los ojos parpadeando hasta enfocar el techo de blanca seda de la cama, las cortinas rojas que todavía se mantenían cerradas. Sonrió y Naruto se materializó ante ella con una sonrisa y una pluma larga y negra acercándose a su rostro.
- Buenos días dormilona.
- Buenos días, lo siento - se incorporó incomoda cubriendo su desnudez con el edredón gris plata -, anoche no...
- Yo tampoco -, río divertido al verla sonrojarse intensamente -. Todo fue mi culpa, me disculpó por ello.
-¡Oh Dios!
Se cubrió la cabeza con el edredón mientras las divertidas carcajadas de Naruto llenaban sus oídos.
- ¡Vamos, el desayuno esta listo! - descubrió su rostro acercando una charola con un abundante desayuno -. Hoy lo haremos en la cama.
Hinata aparto el cabello de su aún sonrojado rostro y lo miró con sorpresa.
- ¿Por qué?
Acomodó la charola entre ellos antes entrar a la cama y cubrirse con el edredón.
- Bueno, anoche no descansamos lo suficiente -, levantó la charola y la colocó en las piernas de ambos -. Y realmente estoy exhausto y sé que tú también lo estas, así que me pareció lo más lógico desayunar en la cama.
La joven contempló la charola. Aguantó la tentación de probar la humeante taza de té y los bollitos de azúcar. Naruto levantó su taza de café y le dio un sorbo respirando de placer despues de haberlo probado.
- ¡Anda! Sé que estas tentada a probar tu té favorito.
Levantó la taza ofreciéndosela. Hinata la aceptó dibujando una tímida sonrisa y bebió el dulce y aromático liquido claro, lo miró feliz por ese momento tan especial y se dispuso a disfrutar ese maravilloso desayuno.
•
Hinata lanzó un profundo suspiro mientras caminaba por el hermoso jardín de Rectory Mayor. Acomodó la canasta en donde había por lo menos una docena de rosas rojas, desde que había llegado a el que ahora consideraba su nuevo hogar se había sentido tan feliz. La sorpresa que planeó para una cena intima con su esposo había sido un éxito total, nunca se imaginó que acabaría como lo hizo la noche anterior. Sonrió emocionada, al parecer al fin se había terminado la sombra que por el par de meses que llevaban casados se interponía entre ellos; tenia la esperanza de que el motivo por el que se casaron fuera desapareciendo hasta que no quedara rastro de eso. Prefería olvidar esos desagradables momentos y ver hacia adelante un futuro de felicidad y amor.
Naruto estaba en su estudio arreglando algunos asuntos importantes de su empresa antes de reunirse con ella. Le prometió que pasarían el resto de la semana juntos en casa y eso la entusiasmaba.