LOVING POTIONS

Capítulo 19: Later That Day, and some Brewing

El almuerzo fue extraño. Por un lado, la gente les miraba, y tampoco era muy sutil al respecto. Lo ignoraron y pidieron una comida abundante. Se sentaron, hablando esporádicamente y tomándose su tiempo con la comida. El tiempo cambiaba, el cielo se oscurecía, pero la lluvia se mantenía. Observaron cómo una gran delegación de magos y brujas, todos con túnicas a juego de color púrpura y plata, llegaba en tropel. Se registraron y entraron en el comedor para un almuerzo tardío.

-¿Púrpura?- preguntó Harry.

-Sociedad Internacional de Música y Pociones o algo por el estilo. Cambian de nombre cada dos años. El grupo que cree que hay que cantar mientras se mezclan las pociones, tener un verso o melodía para cada brebaje. No es una teoría que suscriba. Cualquier cosa que te quite la concentración durante la producción de pociones es negativa en mi libro, pero tienen muchos seguidores-. Sev prestó atención a su plato; era evidente que el grupo le interesaba muy poco.

-¿Hay pociones que necesiten que se les canten canciones mientras las haces?- preguntó Harry.

-Mi suposición es que la canción ayuda en el momento de añadir los ingredientes y como dispositivo nemónico para fomentar la precisión en aquellos que no tienen la memoria necesaria para el trabajo. El simple hecho de prestar atención a lo que se hace también funciona, según mi experiencia-.

-¿Así que lo has probado?- preguntó Harry, embelesado por la idea de que Severus le cantara a sus pociones.

-Por supuesto que lo probé. También me sentí un imbécil, pero hice toda una serie de pruebas, y también comparé mis resultados con los de otros que hacían lo mismo. Es como dije. El poder no está en la música. En mi opinión-, añadió. -Recibirás una discusión horrible si te atreves a decir lo mismo a alguno de ellos-.

-¿Así que has tenido esa discusión?- Harry sonrió.

-No te sientas herido si varios del grupo hacen comentarios mordaces o te cortan el rollo sólo por sentarte conmigo-.

-No lo haré-.

Pero lo que en realidad sucedió fue que una de las más viejas del grupo, una bruja antigua con el pelo blanco y mil líneas en la cara se acercó arrastrando los pies, escoba en mano... la imagen perfecta de una bruja muggle, pensó Harry y se detuvo junto a su mesa.

-¡Severus!-, dijo a modo de saludo, y Severus, para sorpresa de Harry, se levantó. Harry se preguntó si él también debería hacerlo.

-Madame Harkness-, dijo Severus. -Encantado de verla este año-.

-Mi línea, diría yo. Hacía años que no salías de Hogwarts, muchacho. ¿Quién es ése?-, preguntó ella, apuntando con el extremo de su escoba en dirección a Harry. Harry decidió que, efectivamente, era el momento de levantarse. Aunque sólo fuera para alejarse unos centímetros más de esa escoba.

-Permítame presentarle al señor Harry Potter. Harry, Madame Harkness, ex presidenta de la estimada sociedad de la que acabamos de hablar-.

-Ho. ¿Harry Potter, en efecto?, ¿Tomando un aprendiz al fin, Severus? Siempre juraste que nunca tendrías uno. Pero esto sería diferente, ¿no? Siempre quisiste lo mejor-.

-No, no es mi aprendiz, Madame-. Dijo Snape.

Su mirada de interés se intensificó. -¿Está libre?, ¿Cantas pociones?-, le preguntó bruscamente a Potter.

-No, me temo que no-. Dijo Harry cortésmente.

-Qué pena. Te ofrecería un aprendizaje en el acto-. Miró a Harry de arriba abajo. -¿Qué vas a elegir ser, entonces?-.

-Todavía no lo sé, Madame-, respondió Harry.

-No lo dejes pasar mucho tiempo. Hay algunos grandes maestros que estarán libres para elegir otro aprendiz antes de que pase mucho tiempo. Halkyon volverá a buscar en otoño, y Vermelda de la Plaza del Círculo en Navidad. Elige a uno de ellos, muchacho, y serás el mejor maestro de pociones de todos los tiempos-.