Capítulo 17: For the First Time They're in Bed and Nothing Happens

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Harry se tumbó en la cama mirando al techo. -Nadie me dijo que las familias fueran tan agotadoras-.

Severus hizo un gesto para apagar las luces y se arrastró junto a él. -No creo que me moleste en señalar que la tuya es sumamente extraña y probablemente más fastidiosa que la mayoría-.

-Oye, lo hice yo mismo. No seas crítico-.

-Muy bien. Tendré en cuenta lo que tenías para trabajar. Puedo decir que me sorprendieron los Granger. Son los más sensatos de todos-.

-¿Ves? No todos los muggles son tan malos. Me gustó la forma en que decidieron que tal vez Hermione también necesitaba una mayor exposición a la cultura de los magos. Y me gustó mucho la forma en que se ofrecieron inmediatamente a incluirla en algunas de nuestras excursiones. Y a Ron también-.

-Entiendo el arte del compromiso, Harry. Aunque prefiera no tener que usarlo nunca-.

-Estuviste fantástico-. Harry se giró y se acurrucó cerca, apoyando la cabeza en el pecho de Sev. Deseó que la bata de dormir no estuviera allí, pero era agradable, suave y cálida. Mmmm.

-Te estaba siguiendo la corriente-. le dijo Severus. Más bien temía que Harry tuviera posibilidades de hacer carrera en la política. Hablando de cansancio.

-Tenemos muy buenas ideas. El verano no será lo suficientemente largo-, suspiró Harry.

-Excepto por tu padrino-.

-En cierto modo, se le escapaba la idea, ¿no?-.

-Aunque le dio la oportunidad de usar su vocabulario bastante extenso, una vez que por fin pudo vocalizar del todo-, dijo Severus.

-La parte en la que intentaba que dijéramos hasta dónde había llegado nuestra relación me pareció un poco embarazosa-, confesó Harry. -Y tú le mentiste-.

-Le dije que habíamos sido tan íntimos como dos personas pueden ser. Él le dio su propia interpretación-. replicó Snape. -Culpa suya si casi le da apoplejía-.

-Pero es malo mentir. Será mejor que lo hagamos realidad en cuanto podamos-, dijo Harry, y había una anticipación muy adulta y masculina en su tono.

-Esta noche no. Y... había pensado que podríamos guardar eso para nuestra propia cama. Para nuestra primera noche en la casa de campo-.

-Ahgh. Para eso falta una semana entera-.

-La próxima semana, sí. No voy a arruinar esto por las prisas, Harry-.

-Te quiero dentro de mí, Sev-, susurró Harry. Bajo su mejilla sintió que todo el cuerpo se congelaba hasta la quietud, y entonces la respiración comenzó de nuevo, más rápida.

-Demasiado perverso, Harry, cuando estamos tan cansados como ahora-. Un brazo rodeó los hombros de Harry, y unos largos dedos trazaron las hebras del cabello de Harry.

-Y yo también quiero estar dentro de ti-.

-Ni una palabra más de tus labios-.

-Sabes, si no estuviera tan cansado, eso sería un reto y te aceptaría-. Bostezó. -Ni siquiera los banquetes en Hogwarts duran tanto-. Luego añadió: -Tendremos que hacer algo bonito para Cam. Esos filetes que seguía trayendo para Sirius nos permitieron avanzar un poco. Cam se portó muy bien-.

La mano se detuvo en el cabello de Harry. -Vi su cara cuando se dio cuenta de que algunos se referían a ti como Potter-.

-Espero que todavía me deje jugar mañana. Me invitó a jugar en un partido, ya sabes-.

-Deja que mañana se ocupe de sí mismo. Está aquí, después de todo-. Era más de medianoche.

-Umkay. Buenas noches, Sev-.

-Buenas noches-, contestó Sev en voz baja, con su mano aún acariciando el suave pelo negro.

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