Capítulo 25: In Which Someone Pays for Naughtiness

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En Highmoor, para la conferencia de Pociones, se encontraba un mago llamado Horace Cornwall, que tenía la afición del voyeurismo y un aparato muggle llamado prismáticos. Había llegado tarde a la conferencia y se había preparado para ir a la cama antes de decidirse por un pequeño entretenimiento nocturno. Debido a la huida nocturna de Hedwig en busca de un ratón para el postre, las cortinas de la habitación situada casi enfrente de la suya estaban un poco abiertas.

Lo suficiente. Podía ver sólo en segmentos, en destellos y atisbos. Lo suficiente para que pudiera ver unas piernas largas entrelazadas con otras más largas. El ascenso y la flexión de un joven y firme culo. El brillo del pelo negro cayendo sobre un hombro blanco y anguloso. El arco de un largo cuello sobre el que unos labios rojos se deslizaban, se detenían, se acariciaban y luego se besaban. Una mano extendida sobre la espalda, que se movía para acariciar la cresta del hombro mientras giraban....

Horace se inclinó hacia delante para ver más, se resbaló del borde de la silla, se golpeó la cabeza con el alféizar de la ventana y se desmayó.

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