LOVING POTIONS

Capítulo 7: Severus Explains

El coche era viejo y espacioso, pero con Hedwig y la escoba a su lado, Harry seguía estando obligado a sentarse bastante cerca de Severus. En la parte delantera conducía un anciano nudoso que no prestaba atención a los pasajeros.

-¿Qué está pasando? No tengo que volver allí, ¿verdad?- Harry miró ansiosamente detrás de él hacia el ahora desaparecido Privet Drive.

-Nunca-. Cuando Snape hablaba en ese tono, nadie dudaba de su veracidad.

-¿Dumbledore cambió de opinión?-.

-Yo lo cambié por él-, dijo Snape. Luego confesó: -Pedí un año sabático. Me lo concedieron. No daré clases en Hogwarts este próximo año escolar-.

-¿Qué vas a hacer?- Preguntó Harry, mientras su corazón daba un salto. Un año entero sin...

-Investigación-.

-Y...-

-Dumbledore no aceptaría mi primera propuesta. O mi segunda, en realidad. Llegamos a un acuerdo. He alquilado una casa de campo en Hogsmeade. Cuando los alumnos puedan visitar el pueblo el año que viene, podrás ir a donde quieras en el pueblo-.

-Una vez al mes-. Harry gimió.

-Y en Navidad-. Dijo Snape.

-¿Y éste verano?-.

-Este verano es nuestro. Le dije que no sabías nada del mundo, nada de los caminos de los magos fuera de la escuela. Que no tenías ninguna educación, salvo la que te daban los libros. Le dije que te debían toda una vida de vacaciones. Me temo que te lo eché en cara-. Dijo Snape, pero no parecía en absoluto arrepentido.

-¿Pero qué hay de las pociones?, ¿Quién las enseña?-.

-Dumbledore me prometió a alguien competente, pero no pudo darme ningún nombre todavía. Después de todo, tiene el verano para encontrar a alguien-.

-Sé lo que significa para ti la asignatura de pociones. ¿Y quién va a dirigir la Casa Slytherin? No puedo creer que...-

-No te pongas sentimental, Potter. Hay algunos proyectos que he estado posponiendo durante años. Ahora que Voldemort se ha ido, por fin puedo ocuparme de ellos. Y no echaré de menos a los estúpidos mocosos-, añadió.

Harry lo pinchó por eso... ni siquiera era una buena mentira... y se movió más cerca. Snape dijo: -Ya hemos complacido bastante tu deseo de exhibición pública por hoy-, dijo, y no respondió de la misma manera.

-¿Cómo lo has sabido?- preguntó Harry. -¿Cómo sabías que quería hacerles un pulgar en la nariz y hacer que les diera una patada cuando me fuera?-.

-Es Slytherin-, dijo Snape, encogiéndose de hombros, como si esa sola palabra lo explicara todo. -Se merecían más pena que eso-.

-Solía estar despierto y soñar con lo que les diría al salir por la puerta. Cosas realmente mordaces-. Y en sus momentos más oscuros, había pensado en romper unas cuantas narices antes de irse. -Gracias-, dijo de nuevo. Volvió a mirar a Snape y dijo: -El tatuaje fue inspirador-.

-Gracias-, dijo Snape secamente. -Temporal, me temo. Empezará a desvanecerse esta noche-.

-¿Es un hechizo? ¿Puedes enseñarme?- preguntó Harry.

-Si quieres-.

-Quiero un león de Gryffindor con una serpiente en la boca. Y Harry Loves Sev debajo de ella-.

Snape cerró los ojos y puso cara de dolor.

Harry continuó: -Te queda bien la ropa muggle así. Dud tenía razón. Pareces una estrella de rock-.

-Por favor-.

-Lo haces-, insistió Harry.

-No te acostumbres a ello-.

-Entonces, ¿a dónde vamos?- Preguntó Harry mientras el coche frenaba.

-A una Casa Floo-.

-¿Una Casa Floo?- Repitió Harry.

-Tenía razón. Realmente no sabes nada, ¿verdad?- dijo Snape, con un poco de impaciencia.

-No importa. Me vas a enseñar. Todo-, añadió, con el rostro enrojecido. -¿No es así?-.

-Haré lo que pueda Potter. Nunca fuiste un alumno excepcional-.

-Puede que te sorprenda-, dijo Harry, y dejó caer su mano sobre el muslo de Snape.

Snape pudo sonrojarse.