Finalmente se levantaron, se ducharon por separado y se vistieron para la cena. Harry fue el primero en ir al baño y salió, con el pelo mojado, para vestirse con un conjunto de sus nuevas túnicas. Mientras Severus se duchaba, él se puso delante del espejo, ajustando el hechizo de secado para que su pelo se secara poco a poco y no se volviera quebradizo. Cuando estuvo casi seco lo ató hacia atrás, pero algunos de los pelos se engancharon de forma incómoda y lo desató, sacudiendo el pelo para liberarlo y volviéndolo a atar.
Harry vislumbró su rostro en el espejo y se soltó el pelo mientras se quedaba mirando su cara. Se veía diferente. Más viejo. Muy lentamente, se levantó el pelo de nuevo, usando las dos manos para apartarlo de su cara. Se quedó mirando. Siempre había llevado el pelo para ocultar su cicatriz. Era casi una segunda naturaleza. Pero a estas alturas su presencia en la conferencia probablemente no era ningún secreto. Y parecía que era el momento de un cambio. Algún símbolo externo de todos los cambios internos.
Se peinó hacia atrás. Temía, al hacerlo, que le hiciera parecer Malfoy. Pero no fue así. Le hacía parecer diferente. Extrañamente, lo hacía parecer más intelectual, dándole un entrecejo que nunca antes se había acentuado, y si bien le restaba encanto de niño, también lo hacía parecer más maduro. Se lo ató hacia atrás y luego fue a buscar una pluma de su baúl, que transfiguró en un broche de pelo plateado con forma de serpiente. Lo probó un poco más, en lo alto de la cabeza, en la mitad de la espalda y en la nuca. Lo que mejor funcionaba era lo de arriba, y se lo abrochó y se apartó para mirar.
La cicatriz era una línea plateada en la piel blanca. Sus ojos... se acercó, cogió su varita y dio unos golpecitos en las gafas, haciendo que las monturas oscuras se volvieran transparentes. Huh. Sus ojos parecían más verdes ahora, y más grandes. La puerta se abrió tras él y se giró, esperando a ver si Severus se daba cuenta, qué diría.
Snape asintió. -Distinguido-, observó. -El pelo no se quedará sin ayuda. Tengo una poción-.
-¿Será...?-
-Lo dejará un poco tieso, pero no dañará tu cabello-. Snape fue a buscar el frasco. De pie detrás de Harry en el lavabo, dio unas palmaditas con el líquido en la parte superior del pelo de Harry. Una vez, cuando su muñeca se acercó, Harry dejó que sus labios recorrieran la piel. Snape lo apartó suavemente y se marchó para ir a vestirse él mismo.
Harry se apoyó en la puerta del cuarto de baño y observó cómo se sucedían las capas. Pronto Snape estuvo vestido. Snape se echó el pelo hacia atrás también, pero sólo se ató el pelo en la nuca con una fina cinta negra.
-¿Estás listo?- Preguntó Snape, cogiendo su varita.
-Estoy listo-, dijo Harry, metiendo su propia varita en la manga, donde podía tocar su piel. Preparado para casi todo. Recordó que no había renovado su tatuaje. Bien podría hacerlo esta noche justo antes de irse a la cama. Al pensar en la cama, volvió a sonreír a Severus. Sí, estaba listo. Listo para un día más de conferencia, listo para volver a la casa de campo. Listo para pasar el verano amando a Severus. Listo para lo que viniera después. -Listo para todo-, dijo, y se dirigió a la puerta.
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LOVING POTIONS
FanfictionVoldemort intenta llegar a Harry con una poción de amor. Es contraproducente. La mayor parte de la acción tiene lugar en una conferencia de pociones. La historia incluye el tradicional Snape, saca a Harry de la escena de los Dursleys. ...