Capítulo 5

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Mi madre me recibe con un gran abrazo nada más entro en mi casa. Me esperaba de todo menos esto.

—Hija, lo siento mucho. No debí presionarte a nada ayer. Entiendo lo difícil que tiene que ser para ti ahora mismo toda esta situación con tu padre...

—Mamá, tranquila. No pasa nada de verdad, si la que tiene que pedirte perdón soy yo por salir de esa manera de casa —deja un beso sobre mi cabeza.

—Yo solo quiero lo mejor para ti cariño. Por eso pienso que deberías hablar con él para cerrar esa herida de una vez por todas. Pero si tú no estás preparada para ello, lo entiendo, y no te voy a presionar más sobre el tema —acaricia mi cara.

—Gracias mamá, te quiero mucho.

—Y yo a ti mi vida —nos sonreímos emocionadas y me quedo arropada en sus brazos por un rato más.

Puede que al final acabe siguiendo su consejo, pero por ahora necesito tiempo para tomar esa decisión.

—Por cierto cariño, esta noche tenemos la cena con todos los padres del curso de tu hermana en el cole —pff odio tener que ir a esa cena cada año. Me aburro muchísimo entre tantos padres y niños pequeños. —Podrías llevar el vestido que te regaló tu abuela en tu cumple, ¿no? —niego rápidamente.

—No pienso ponerme ese vestido mamá, es horrible —me quejo cruzándome de brazos.

—No es tan feo hija —me río sarcásticamente.

—Además, esta noche tengo otros planes... —le pongo como excusa para no tener que ir a esa cena.

—¿Y qué planes son esos? —me pregunta confusa. —¿No irás a pasar la noche con algún chico, no?

—¿Qué? ¡No! Claro que no mamá —contesto rápido poniéndome rojísima por lo que acaba de insinuar. Si ni siquiera me han dado mi primer beso...

—¿Entonces?

—Eee pues... —intento buscar alguna excusa que valga y la encuentro —Me voy de fiesta con Sam.

—¿Tú? ¿De fiesta? —se ríe pensando que es un chiste lo que le estoy contando y ruedo los ojos.

—Sí, mamá. Me voy a ir de fiesta, ¿vale?

—¿Pero desde cuándo vas de fiesta hija?

—Pues no lo sé, pero me apetece ir esta vez.

—Vale, vale. Bueno, me alegra que salgas de casa por una vez a pasártelo bien con gente de tu edad. —vuelvo a rodar mis ojos —Pero eso sí, pórtate bien. No bebas demasiado, ¿vale? Y si pasa cualquier cosa, nos llamas —asiento.

—Tranqui mamá, que soy una chica responsable.

—Lo sé cariño, si yo confío completamente en ti. Pero en Sam ya no tanto —nos reímos.

—Pues espero que no me deje sola la verdad, porque estando Flavio también por allí...

—Bueno, no te preocupes, tranquila. Seguro que encontrarás a más gente de tu curso con la que puedas estar y hablar —me encojo de hombros.

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