Capítulo 20

566 28 2
                                        

Un mes. Ese es el tiempo que tengo para decidirme.

Después de terminar bachiller y selectividad con buenas notas, me llegó una carta dándome la enhorabuena por conseguir una beca para ir a estudiar Arte Dramático en Estados Unidos. Resulta que mi madre mandó una solicitud a principios de curso y ahora, meses después, ha sido aceptada. Llevo enfadada con ella desde que lo supe, ya que lo hizo sin tan siquiera consultármelo.

Sé que debería estar feliz por haber conseguido la beca con la que al fin podré hacer realidad mi sueño de toda la vida, pero ahora no puedo irme. No quiero separarme de Hugo, me niego a hacerlo. Él no sabe nada aún, no se lo he contado a nadie porque ya sé cuáles van a ser sus respuestas: que siga mi sueño y no desperdicie esta oportunidad.

—¡Mamá, no lo entiendes! —le grito enfadada.

Volvemos a discutir por lo mismo mientras preparo mi maleta. Mañana comienza el viaje que teníamos pensado hacer para despedirnos de nuestro último curso juntos: un Interrail por Europa. Primero vamos a ir en avión hasta París, y de allí iremos cogiendo diferentes trenes para visitar Bélgica, Países Bajos, Alemania, Suiza, Italia y Grecia.

—Claro que lo entiendo, cariño. Sé lo que es estar enamorada y no querer alejarte de esa persona. Pero este siempre ha sido tu sueño, desde pequeñita. Y no quiero que lo dejes pasar...

Suspiro cansada y me siento sobre mi cama. Las lágrimas no tardan en resbalar por mis mejillas.

—No quiero que se acabe lo nuestro —sollozo.

—Mi pequeña —me abraza fuerte —. No se tiene porqué acabar. Podéis llevar una relación a distancia, ¿no? Ahora tenéis todas estas nuevas tecnologías que en mi época no existían.

—Ya, joder, mamá. Pero es que no van a ser solo unos meses, serían años lo que estaríamos separados. No creo que podríamos llevar tanto tiempo una relación a distancia. Además, ni siquiera sé si él estaría de acuerdo con eso. Seguro que me deja y no tarda nada en olvidarse de mí...

—No creo que le sería tan fácil olvidarse de ti, hija... De todas formas, cuéntaselo cuanto antes —niego.

—No puedo. Necesito un poco más de tiempo para pensarlo... —suspira y deja un beso en mi cabeza.

Sigo abrazada a ella por un rato más y luego, terminamos de preparar mi maleta para el viaje.

A la mañana siguiente, me despido de mi familia y me subo al coche junto a Sam y Hugo para ir hasta el aeropuerto donde nos esperan todos nuestros amigos, y cogeremos el vuelo a París en dos horas.

—¿Estás bien? —me pregunta Hugo apartando por un segundo la mirada de la carretera para mirarme a la vez que posa su mano sobre mi pierna.

—Sí, ¿por? —odio mentirle, pero quiero disfrutar de este viaje con ellos sin pensar en lo que pasará después cuando volvamos aquí y tenga que decidir.

—No sé, te noto algo rara...

—Para nada, no te preocupes.

—Vale —nos sonreímos y vuelve a centrarse en la carretera.

Llegamos al aeropuerto y en cuanto les vemos, vamos corriendo a abrazar a nuestros amigos. Cuando llega la hora, nos subimos al avión.

InevitablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora