Cayendo al infierno #2 [Terminada]

Capítulo 19

-Eve-Saludé soltando el aire de los pulmones-¿Qué...? ¿Qué tal? ¡Cuánto tiempo!

Eric me lanzó una mirada confundida antes de centrarse en el ordenador de nuevo.

-Hola, ma-Saludó Eric con calma.

-Muy bien, gracias por preguntar-Mierda-¿Todo bien por ahí?

Lizzie seguía mirando la pantalla y James se estaba asomando, también le saludé. Podría jurar que Eve estaba observando fijamente los centímetros que separaban el cuerpo de Eric del mío.

¿Cómo coño no pensé en lo que podría imaginarse Eve al irnos juntos una semana entera a Madrid? De ese marrón no salía impune.

-Si, nada del otro mundo-La tranquilizó con una sonrisa pequeña-Es demasiado sencillo.

Seguro que hasta se estaba aburriendo haciéndome de niñera constante.

Ni un poquito de emoción. Algo que prefería por encima de cualquier otra cosa. Estaba harta de sustos.

-Debes de estar pasando un calvario viendo modelos todo el día-Dijo Eve con sarcasmo, estrechando sus fríos ojos grises.

-Cariño, no te metas con el chico-Le pidió James con diversión-Es un trabajo muy duro.

-Durísimo-Remarcó Eve.

James sonrió a su esposa con cariño.

-A lo mejor hasta nos sorprende y nos trae a alguna de esas modelos por aquí.

Eve lanzó una mirada recelosa a la pantalla, tensando los labios en una fina línea.

-No se si nuestro hijo pega con una modelo-Comentó cruzándose de brazos-¿O puede que me equivoque?

Lizzie miraba a sus abuelos alternativamente, confundida por el tipo de conversación que no terminaba de comprender.

Mantuve mi sonrisa burlona al mirar a Eric, esperando que su respuesta no me jodiera demasiado. Estábamos en un hotel plagado de modelos preciosas, delgadas, de piernas largas, en las que no me había preocupado en absoluto hasta que James lo había comentado.

Eric me había acompañado a cada desfile, pudiéndose poner las botas con las modelos. No le vi mostrar interés por ninguna en especial, tampoco debería afectarme si lo hubiera hecho. Éramos humanos, teníamos ojos en la cara y bastante buen gusto, no tenia porque afectarme.

-Mama, estoy trabajando-Cortó alzando las cejas para que cambiara de tema-Se hace tarde y Lizzie tendría que estar ya en la cama.

-¡Pero hemos hablado muy poco!-Se quejó Lizzie-¿No podemos hacerlo un poco más?

Eric suspiró, revisando la hora en el móvil. La lejanía les hacia daño a ambos y eso me destrozaba. Después de cada llamada, el brillo en los ojos de Eric tardaba en volver un rato. No sabía si se sentía así solo en aquel viaje tras lo ocurrido o cada vez que tenían que separarse unos días.

-Tienes colegio mañana, así que a la cama.

-¿Hablamos mañana?-Insistió con un puchero adorable-Te echaré más de menos que hoy.

Eve le acarició el pelo para calmarla.

-Mañana hablaréis, ahora despídete-Le indicó Eve.

Hicimos rápidas despedidas, deseando buenas noches a Lizzie y prometiendo que hablaríamos al día siguiente.

En cuanto cortamos la conexión, cerré el portátil con un suspiro.

Me sujeté la cara entre las manos, intentando mantener los nervios a raya.