Estaba descuidando a mi madre y el tiempo con ella. Intentaba gestionarlo todo, pero a veces me era imposible.
Viéndola reír con la dependienta de la tienda hablando sobre uno de mis hermanos recordé que tenia una sonrisa preciosa y que me gustaba mucho verla así de feliz.
Le estaba cogiendo un traje a Marcos para la gala benéfica, bastante acostumbrada a combinar el pelirrojo y la piel pálida de mis hermanos con la ropa. Tenia un don para encontrar cosas que les gustaran, incluso con Alicia que prefería comprarse ella misma la ropa ahora que estaba creando su propio estilo.
A los chicos no les gustaba tanto preocuparse en el tema de la ropa, así que mi madre era la encargada de que fueran mas o menos presentables.
Dejé a mi madre a lo suyo mientras me perdía entre trajes y trajes de etiqueta de diferentes texturas y tonos. Marcos ya era un hombre, aunque para mi siguiera siendo el niño revoltoso de ocho años que me pateaba los tobillos debajo de la mesa cuando estaba huraña y sin querer hablar con nadie, pasando por el mono o estresada por los estudios. Los trajes parecían enormes si los comparaba con ese niño, pero en realidad cualquiera de ellos podría valerle perfectamente. Porque ya era todo un hombre, estaba en la universidad y sentía que me pisaba los talones en el tema de logros en la vida.
Ojalá fuera capaz de llegar más lejos de lo que yo lo estaba haciendo. A fin de cuentas, solo ayudaba a Nicolás con su empresa. Lo que él pretendía hacer estudiando arquitectura era crear cosas. Que algo impresionante tuviera su nombre y perdurara por años. Incluso si solo era capaz de hacer una caseta para perros, estaría orgullosa de él.
Llegué a la sección de gemelos y corbatas, curioseando por aburrimiento todos ellos a la espera de que mi madre comprobara las medidas del traje.
Había todo tipo de gemelos. Unos más extravagantes y otros más sencillos. La gran mayoría no me llamó la atención, hasta que encontré una especie de escudo con una B grabada.
No estaba segura de si era algún tipo de pedido por encargo o pertenecía a una marca en concreto, pero me hizo sonreír y cogerlos entre mis dedos para sopesarlos.
Eric no solía llevar gemelos en sus trajes, ya que cuando tenía que llevarlo era trabajando y no vestía de protocolo. Solo con el traje sencillo y sin accesorios.
¿Llevaría gemelos a la gala benéfica? La tentación por comprarle ese par iba en aumento.
-¿B? ¿De Blake?
Dejé los gemelos de inmediato en el expositor, girándome hacia una curiosa y sonriente Cristina que me observaba de manera sigilosa.
Pillada.
-Puede-Contesté entre avergonzada y despreocupada, encogiendo un hombro-¿Lo tienes todo ya para Marcos?
Mamá miró el resguardo del ticket para asegurarse de que había encargado todo, asintiendo con la cabeza unos segundos después.
-Creo que lo tengo todo ¿Quieres cogerle algo a Damon también? ¿Los gemelos, quizá?-Aventuro con una sonrisa cariñosa.
No pensaba en Damon precisamente al coger los gemelos, pero eso no pensaba decírselo.
-Tiene un cajón entero dentro del vestidor con miles de ellos. No creo que le haga mucha ilusión otros más para la eterna colección-Me excusé.
Estaba segura de que tendría unos con su inicial o la de su apellido. Si Eric tenía otros no era algo que supiera, ya que apenas había estado en su casa, mucho menos en su vestidor.
-Le hará ilusión si tú se lo regalas-Me aseguró entrelazando nuestros brazos- Pero podrías cogerle alguna otra cosa. Como una camisa o una corbata.
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Cayendo al infierno #2 [Terminada]
Romance¿Cómo superas perder algo que nunca te perteneció? ¿Dejare de sentir algún día ese vacío en el pecho que tenia desde el día que cerró esa maldita puerta? Me limité a vivir en la tierra hasta que él apareció y me hizo Alcanzar el Cielo. Ahora estoy c...