El jueves Eric volvió a la ciudad. Estaría de baja mínimo seis semanas en las que se recuperaría en casa. Iba a estar subiéndose por las paredes en pocos días, de eso estaba segura.
No volvimos a hablar, ni siquiera un mensaje o un correo. Era lo mejor. Mantener las distancias para no perder la compostura era lo que debía hacer. Mientras no le viera, todo estaba bien.
-Voy a ir a verle el viernes que viene-Me advirtió Damon a las dos semanas de volver de Madrid-Se muere de aburrimiento porque no puede salir. Podrías venirte.
Me reí con sarcasmo sin levantar la vista de las cuentas antiguas de B.S que tenía abiertas frente a mi en el ordenador.
-¿Quieres que vaya como tú esposa o como su exfollamiga? En cualquiera de los dos casos, no querrá ni verme.
-No lo creo así-Me contestó convencido-Seguro que tiene ganas de verte. Solo tienes que...
-Si no me lo pide él, no me acercaré a más de cinco kilómetros de donde esté-Le interrumpí con molestia-Ve tú, pásatelo bien. Juega a la consola, poneros un partido o haced lo que queráis para divertiros.
Damon tenía una paciencia infinita, pero la convivencia conmigo estaba sacando su peor parte.
-Hablare con él y vendrás. No te dejaré sola en casa mientras yo tengo que hacer de niñera de mi primo. Seguro que está insoportable...
-Y llevarme a mi es lo más lógico, claro-Bufé con sarcasmo-Solo le alteraré más y acabaremos discutiendo, como siempre.
Damon sonrió un poco.
-Puede que la baja le esté sentando bien y haya estado practicando su paciencia-Alcé una ceja con escepticismo-He dicho puede, no que lo haya hecho-Se rio entre dientes-Venga, vente.
Volví al trabajo, ignorándole.
-Cuando me lo pida, iré.
Solo tardé un día en arrepentirme de decirle eso a Damon. En cuanto abrí el primer mensaje en meses de Eric Ojos De Plata.
"Se supone que somos familia. Ven el viernes"
Mierda.
Había otro motivo por el que no quería ver a Eric. No había contado a nadie que Eve había descubierto casi todo. Estaba esperando que ella misma lo abordara con su hijo o con Damon, o que Edmund exigiera nuestro divorcio por pillarnos.
No había sucedido nada en semanas, así que imaginaba que Eve se había mantenido callada. Incluso con James.
Tendría que ir el viernes a su casa, saltándome todas las normas autoimpuestas para mantenerme alejada del único hombre capaz de hacerme perder la cordura.
Por lo menos me porté bien en mi vestuario. Unos vaqueros ajustados y una camiseta negra varias tallas más grande de un grupo de música.
Contaba con que fuera algo informal, a pesar de que Damon iba con camisa. Le había visto tan pocas veces con ropa básica, incluso viviendo con él, que me hacía cuestionarme si ese hombre tenía mal gusto en algo.
Solo había que ver la mujer de pega que se había buscado.
Llevaría mi coche debido a la baja probabilidad de ataque, así que estaba de buen humor. Damon llevaba un paquete de cervezas frías para la cena. Apenas había probado un par de tragos de vino desde que salí de Madrid.
Iba en serio con eso de dejar de evadirme de los problemas de esa manera. Esperaba que esa noche no saliera mal y flaqueara en mi intento de volver a ser yo.
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Cayendo al infierno #2 [Terminada]
Romance¿Cómo superas perder algo que nunca te perteneció? ¿Dejare de sentir algún día ese vacío en el pecho que tenia desde el día que cerró esa maldita puerta? Me limité a vivir en la tierra hasta que él apareció y me hizo Alcanzar el Cielo. Ahora estoy c...