Dia de Acción de Gracias
El brillo de la nieve bajo en sol a lo largo de la carretera era atrapante. Tanto, que llevaba medio viaje callada con los ojos centrados en ella sin pensar en mucho más.
Me encantaba la nieve, la navidad y lo cerca que estábamos de esas fechas.
Tenia muchísimas ganas de decorar el apartamento, comprar un árbol gigantesco y llenarlo de preciosos adornos de todos los colores y luces. Era posible que no entrara en mi diminuto salón, pero podía renunciar a ver la tele un par de meses colocándolo delante.
-¿Estas nerviosa?
La voz grave a mi lado me provocó un escalofrió que bajo por mi espalda y me revolvió el estomago. Tragué saliva con las mejillas ardiéndome al mirar a mi compañero de viaje.
-¡Para nada! ¿Y tu?
Jackson no apartó la mirada de la carretera para responderme. Apretó sus gruesos labios sin responder de inmediato. Solía pensarse las respuestas antes de soltarlas, para no meter la pata o explicarse erróneamente. Era una de esas cualidades que adoraba de él. Su personalidad tan madura y profunda me atrajo después de que se metiera con Dickens. También ayudó mucho que confesara que Orgullo y Prejuicio era una de sus obras favoritas.
-Algo -Murmuró pensativo.
Su corta respuesta indicaba que estaba más nervioso de lo que decía y me hizo sonreír.
Gracias a mi estaba empezando a salir un poco del cascaron y aventurarse en el mundo. Salir de su zona de confort.
Le cogí de la mano para darle ánimos, relajando levemente su expresión.
-A mis padres les vas a encantar, ya lo veras. Son gente super guay y moderna. Sobre todo mi madre. Le caerás bien en cuanto vea lo feliz que estoy contigo. Para ella es lo único que importa y mi padre no tiene ninguna maldad en el corazón, es todo amor -Le prometí.
Nada que ver con mi tío y mi tía. Les quería, porque eran mi familia, pero eran demasiado estrictos para la época en la que vivíamos. Una suerte que ese Acción de Gracias les pillara fuera de la ciudad y se encontraran en Chicago.
-¿Y tu hermano?
Ahí no supe responder de inmediato.
Mi hermano mayor era extremadamente protector. Ninguno de los chicos que me habían coqueteado en el instituto habían sido suficientes para mi. Nunca llegó a meterse en mis relaciones con ellos, solo advertirme de que no le gustaban un pelo. Al final, con todos ellos tuvo razón. El único que había merecido la pena hasta ahora para mi era Jackson. Él era mi primer novio oficial, mi primer amor y mi primer todo.
No se propasó conmigo mientras nos conocíamos, no me presionó y ni siquiera me sacó el tema del sexo hasta que lo hice yo. A pesar de estar ya en la universidad y pensar que él daba por hecho que tenia algún tipo de experiencia, cosa que no fue así. Después de seis meses de solo besos y citas inocentes en las que ambos teníamos que darnos una ducha fría nada más llegar a casa, le expliqué el porque no habíamos ido a más o me había atrevido a hacer nada.
Me dijo que me respetaba y que si quería esperar años, a casarme o algo parecido que esperaría, porque me quería.
Fue el primer te quiero que me dijo y sonó tan verdadero como todos los siguientes que vinieron. Le amaba, le quería en mi vida para siempre, así que dos segundos después de procesar sus palabras me abalancé sobre él y pasamos nuestra primera noche juntos.
Eric tendría que aceptar a Jackson, le gustara o no.
-Déjame a mi a Superman. Soy su kriptonita -Bromeé envolviendo su cuello con el brazo, intentando no perjudicarle en la conducción -Estas muy guapo con ese jersey.
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Cayendo al infierno #2 [Terminada]
Romance¿Cómo superas perder algo que nunca te perteneció? ¿Dejare de sentir algún día ese vacío en el pecho que tenia desde el día que cerró esa maldita puerta? Me limité a vivir en la tierra hasta que él apareció y me hizo Alcanzar el Cielo. Ahora estoy c...