Capítulo 6

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Si no fuera por Damon seguramente no estaría llevando todas mis comidas al día. Por él y por Eve, que se encargaba de sacarme de la habitación para ir al restaurante del hotel cuando Damon estaba en la oficina que tenía B.S en Madrid o en el hospital.

Eric se estaba recuperando poco a poco. La normalidad se iba instaurando en la empresa conforme se iban arreglando los problemas. El ataque al activista había sido un atentando contra su vida, con la esperanza de callarle debido a la polémica que generaba.

Lizzie era mi mayor compañía gran parte del día. Me había ofrecido a cuidar de ella cuando sus abuelos necesitaran un descanso y la pequeña no podía quedarse todo el día en el hospital. Pasábamos horas juntas, saliendo a dar paseos por la ciudad, llevándola al parque o en la habitación del hotel cuando el día estaba nublado y frio para salir.

El sábado cuando ya estaba planeando que día volver a casa y tratar de volver a la normalidad, Damon me abordó para hablar.

-Ha preguntado por ti.

Le miré de reojo, evitando mostrar ningún signo de debilidad.

-¿Por qué?

Me centré en el ordenador para no tener que mirarle.

-No lo se. Pero quiere verte.

Se me aceleró el corazón y me salté una respiración.

Eric quería verme. Llevaba días esperando que algún Blake me comentara que Eric me había mencionado. Era una maldita ilusa que incluso me habría alegrado que se hubiera puesto terco con que yo siguiera en Madrid cuando no le había ido a ver una sola vez. Su silencio había sido mucho peor.

-No se para qué.

Damon apartó mis manos del portátil, bajando la tapa con el ceño fruncido.

-Ve. Ahora.

Me crucé de brazos, conteniendo el cabreo porque me hubiera cerrado el ordenador y no tuviera donde mirar a parte de sus ojos castaños acusadores.

-No voy a ir.

Damon soltó un gruñido, quitándomelo de las manos cuando traté de abrirlo de nuevo.

-No has vuelto a verle desde que despertó. Te dio un ataque cuando estaba en el hospital y te estás muriendo por ir. Ve ahora que mis tíos no están.

Bufé con enfado, mirando hacia otro lado.

-No voy a ir a verle para discutir...

-¡Joder, Ara!-Me interrumpió cabreado-Si dejarais de ser por un segundo dos malditos orgullosos, podríais dejar de hacer el gilipollas y hablar como personas normales.

Avanzó hacia el sofá para coger mi abrigo y mi bolso, tirándolos sobre la mesa frente a mi.

-¡Eh! Ten cuidado con...

-¡Ve al hospital! ¡Ya!

Damon estaba cabreado. Él nunca se enfadaba, mucho menos de esa manera que le hacía ruborizar sus mejillas. Estaba claro que estaba perdiendo la paciencia con nosotros. Nadie le culparía.

Me enfrenté a él con tozudez, afianzando mis brazos cruzados sobre la mesa.

-No voy a ir.

Damon soltó un grito desesperado, alzando los brazos al cielo siendo bastante cómico.

-¡Ve a ver a Eric o te arrastro yo! ¡Ahora!

Damon había soportado cada minuto a mi lado desde que nos casamos en el que me mostraba indiferente y fría en todo lo referente a Eric. Ambos sabíamos que era una fachada, que en realidad estaba sumida en una mierda muy profunda. Lo que le había pasado a Eric había acabado conmigo y con mi fachada por completo. Me moría de ansiedad cada noche escuchando las novedades de manera discreta que me daban los Blake. Lo mejor era escuchar a Lizzie hablar de su estado, porque decía la cantidad de veces que sonreía, que se reía con cuidado para que no le doliera o estaba mas animado. Eso era lo que de verdad me tranquilizaba.

Cayendo al infierno #2 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora