D I E C I N U E V E

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La noche anterior me quedé dormida con ropa y todo. Hoy me levanté y me entré a dar una ducha porque la necesitaba.

No me gustaba bañarme con lluvia porque solía hacerme mal y después andaba con mocos, pero no quedaba otra.

– Buenos días ma – la saludo cuando bajo a desayunar.

– Buenos días, aquí tienes – me da el plato con medialunas y el café.

– Eres la mejor –

– Lo sé – su respuesta me hace reír.

Tomo un sorbo de café y hablo.

– Tal vez vuelva tarde – aviso.

– ¿Te irás con las chicas? – me pregunta.

Niego.

– Iré a tomar un batido cuando salga del trabajo – ella asiente.

Me da un beso en la coronilla y se va a la oficina de casa.

A la mitad de mí desayuno decido irme y continuarlo en el autobús. No quería llegar tarde.

Lamentablemente estaba lloviendo pero mi paraguas solucionaba todo.

Yo no sé qué haría si en días así el bus tardara tanto. Por suerte siempre aparece apenas salgo de casa.

Subo y me doy cuenta de que estaba Lane sentada en el fondo.

– ¡Oye! – me acerco pero estaba con los ojos cerrados – Lane –

Abre los ojos y me sonríe.

– ¿Qué haces aquí? – me pregunta.

– Tengo trabajo – me encojo los hombros – ¿Y tú? –

– Me voy al asilo a ver a mi abuela –

– Eso es genial, espero que te vaya bien – asiente.

No hablamos mucho porque ella es de pocas palabras. Pero cuando bajo del bus escuché que me gritó algo mientras se reía. No llegué a entender.

Corrí hasta la tienda porque eso ya era costumbre.

– ¡Hola! –  saludo a Chris que era el otro chico que trabajaba conmigo.

– Hola Ophe – levanta su mano para chocar los cinco conmigo.

– ¿Qué tal todo? – le pregunto.

– Hasta ahora todo tranquilo, estuvieron recién unos chicos peleando acá afuera – señala la puerta.

– Anda a saber por qué – digo.

Él asiente.

Estuvimos atendiendo a algunas personas un buen rato, y ahora nos encontrábamos por jugar a las cartas.

También tomamos café y comimos unos brownies riquísimos que había hecho su novia.

La campanilla de la tienda suena y una chica se hace visible.

– Hola, buenas tardes – nos saluda – Quería saber si tienen el último álbum de Coldplay –

– ¡Hola! – la saludo – Claro que lo tenemos –

– Me lo llevo – dijo rápidamente antes que pueda decirle el precio –

– Allí está, mira – señalo un repisa donde estaba – ¿Te gustan mucho? –

– No te das una idea – me sonríe.

Tras eso me dio el dinero y se va tan rápido que no pude decirle chau.

Si existiera otro universo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora