⚜️Capítulo 2⚜️

649 36 13
                                    

.ASALTO.

Narra Padmé Amidala

Embarqué a la nave con algo de miedo y nerviosismo a la vez.
Era de las pocas veces que viajaba sola, ya que siempre estuve acostumbrada a viajar con mi séquito y cuerpo de seguridad, cuando aún era senadora en la República.

Después de lo que me costó huir de Coruscant para volver a mi planeta natal, ahora me sentía obligada a huir de nuevo.
Ahora era oficial, el imperio me buscaba.
Después de 1 mes pacífico en Naboo, las autoridades habían decidido que pertenecía a la oposición y que debía estar entre rejas.

Dejaba atrás una vida, una vida en la que había luchado por que la República se mantuviese en pie.

Y pensar que el político carismático y democrático, de origen nubiano, había sido el mismo que había aplastado lo que tanto defendía...
Nadie lo había previsto, nadie había pensado que lo que tocaría ahora fuese la represión de la libertad.

Entre toda la marea de gente, podía esconderme perfectamente.
Me senté en uno de los asientos que estaban libres.
Mis atuendos iban acorde al montón de gente que se encontraba a mi alrededor.
Se podía ver familias numerosas, y madres solteras con hijos y bebés y algún que otro anciano con niños.
Me entristeció el panorama desolado que había en el ambiente.
Algo que siempre quise erradicar fue la esclavitud y la pobreza,pero para que haya riqueza, tiene que haber pobreza. Eso era lo que siempre me decía mi padre.

Esta gente, ansiaba una vida mejor en algún otro sitio y yo sólo buscaba un escondite para subsistir.
Me avergonzaba la idea de esconderme y ser una cobarde, pero no tenía otra opción, si realmente quería que esto saliese adelante.

Cuando despegó la nave, me asomé por la ventana y observé cómo a medida que la nave iba adquiriendo altura, todo se veía cada vez más pequeño.

Unas lágrimas rebeldes brotaron, al ver el mosaico de colores que formaba Naboo.
Todos aquellos riachuelos, con la espesa vegetación , y las elevaciones de terreno junto con retazos de ciudades que se veían minúsculas, conformaban el relieve de mi querido y adorado planeta natal.

-¿Está usted bien, señorita? - una voz masculina interrumpió la nostalgia que sentía.

Me sequé las lágrimas, y me acomodé el pañuelo rápidamente para que no se me viera mucho la cara.
Elevé la vista, y pude ver que se trataba de un chico, posiblemente de unos veinti pocos.
Tenía la piel tostada, el cabello castaño y unos ojos color café muy bonitos.
Su vestimenta era desprolija.

-Ah sí, gracias.

-Me llamo Erick, Erick Lautner . - estiró el brazo para estrecharme la mano.

Yo continué con la mirada baja, pero estreché su mano de todas formas.

-Pad...-dejé de hablar para recapacitar por unos segundos. - Pamela, me llamo Pamela Nabarrie.

-Encantado. - dijo él con una sonrisa.

Me asombré de mi misma por parecer tan convincente.
Obviamente no le iba a decir mi nombre real,ya que el imperio tiene ojos y oídos en todas partes.

Me salió Nabarrie, porque ese apellido sólo pocas personas lo conocen,además que en los medios siempre se me ha conocido como Padmé Amidala.
Cuando accedí a ejercer como reina se me bautizó como Padmé Amidala, y sólo mi familia, y mi cuerpo se seguridad conocían mi verdadero apellido.

-Igualmente. - respondí.

Después de dos horas de viaje, se comunicó por el altavoz, que se podía acceder al bufé libre de la nave para comer algo.
Erick me propuso ir con él y yo accedí sin problema ya que no tenía nada que hacer y tenía un poco de hambre.

~Ella y Él~[ANAKIN AND PADMÉ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora