~Ella y Él~[ANAKIN AND PADMÉ]

⚜️Capítulo 16⚜️

. NUEVO COMIENZO.

Narra Padmé Amidala

-Pamela, este es Owen Lars, mi marido. - dijo con una sonrisa.

Me levanté de la silla con una ligera torpeza y me apresuré a estrechar su mano.

-Encantado, señor Lars.-dije con una sonrisa.

-Lo mismo digo, Pamela, siéntete como en casa.

La segunda toma de contacto con Tatooine, en este año, había sido mejor que la primera, sin contar la vez que vine hace 13 años aún siendo reina de Naboo.
Sentí que las cosas podían ir mejor.
Después del infierno que comencé a experimentar cuando el imperio tomó las riendas de la galaxia, esto lo consideraba volver a los viejos tiempos.

Terminé de desayunar, en compañía de ambos, que me observaban con detalle.

-¿Sabes?, ya que estás aquí... Creo que podrías ayudar con la granja. - dijo Owen después de un silencio incómodo.

-¿Granja? - dije con sorpresa.

-Owen, la chica no ha venido para trabajar.. Tiene cosas que hacer . - repuso Beru.

-Bueno, pero creo que podría echarnos una mano, Beru. - refutó éste.

-¿Tienen una granja? - dije aún algo perdida.

-Sí, verás, esto... Es una granja de humedad.. Beru y yo somos recolectores,... Tenemos una pequeña parcela, en la que plantamos y cosechamos dos veces al año. - explicó entusiasmado.

-Ah claro, sí, ayudaré sin problema alguno... No me vendrá mal. - dije después de beber un sorbo de leche azul.

-Me alegra que digas eso. - Owen dejó ver su emoción.

Beru observó callada a Owen, como si no estuviese muy de acuerdo con lo que Owen me había propuesto, pero en cuanto se dio cuenta de que la miraba, me dedicó una sonrisa.

-Ven por aquí y te enseño. - dijo Owen mientras se levantaba.

Hacer de granjera no me molestaba en absoluto, y tampoco podía negarme ya que, quería dar una buena impresión.

Lo seguí por un pasillo extenso y muy estrecho, para atravesar una puerta que llevaba a un terreno abierto y circular .

-Aquí, están las columnas de vapor y  por allí están las plantaciones. - dijo a la vez que señalaba con su dedo índice.

-Interesante. - dije a la vez que asentía con la cabeza.

-Bueno, Owen, ya le explicaremos a la chica como es lo de ser granjero... Ahora me la llevo de compras. - dijo con emoción.

Owen rodó los ojos, pero dejando claro que todo iba con humor.

-Si vas al mercado compra la compota de ciruelas.-dijo con una sonrisa el joven.

Para ser las primeras horas que experimentaba aquí, me sentía muy cómoda y de alguna manera libre.

Sonreí, feliz, por toparme con esta gente tan humilde, y darme cuenta que dentro de la pesadilla que estaba viviendo, había un poco de luz.
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