Especial 24/7

153K 6K 4.5K
                                    

Feliz 24/7♥️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Feliz 24/7♥️

Savannah

Él secaba mi cuerpo con asiduidad y yo luchaba por no excitarme en cada roce con la toalla. Me encontraba sensible y resultaba imposible no experimentar esa corriente eléctrica castigando cada una de mis terminaciones.

Aún nos encontrábamos solos, pero eso cambiaría en pocos minutos.

Michael venía hacia acá.

La anticipación se presentaba como un cosquilleo trémulo oscilándose en mi vientre bajo, imaginar lo que sucedería a continuación no ayudaba a mantener quietas mis ganas de ser follada por dos hombres. Porque, aunque no lo mencionara en voz alta, disfrutaba mucho sentirme presionada y tocada por dos cuerpos; fascinada por la forma en que cuatro manos atendían mi cuerpo, mientras unos labios besaban mi boca y otros mis senos. Y lo mejor: sus penes invadiéndome entera, estimulando cada punto de placer en mi cuerpo.

—¿Cómo te sientes? —Preguntó mi esposo.

—Estoy bien —respondí en voz baja.

Asintió y me acompañó hasta la cama, en silencio me ordenó que tomara asiento y así lo hice. Entretanto, lo escuché caminar por la habitación y volver a mí.

—Recuéstate boca abajo —indicó.

Extendí mi figura a través de la cama y él se cernió encima de mí. Percibí algo cálido extenderse por mis hombros, las manos fuertes de Bastian masajearon y el olor a coco inundó mis fosas nasales. Cerré los ojos y emití sonidos placenteros mientras él estiraba los dedos por mi espalda y volvía a mis hombros, de a poco palpó la curva de mis nalgas, mi culo aún resentía su intromisión, Bastian era muy grande y no me acostumbraba a tenerlo ahí.

—Se siente bien, ¿no?

—Sí.

—Quiero que te relajes, necesito tu cuerpo muy suelto.

Amasó mis nalgas con las manos, resbalaban por el aceite, estaba fascinada y relajada, no podía pensar en nada más que no fueran sus dedos expertos dándome placer de formas que ni siquiera eran sexuales.

—Qué bonita vista —pronunció su voz—, buenas noches.

Bastian no detuvo sus movimientos, de mi boca no salió una sola palabra, me mantuve con los ojos cerrados y temblé al oír los pasos suaves de Michael acercándose a nosotros.

—Buenas noches, llegas temprano —dijo Bastian.

—Me gusta la puntualidad —suspiró—, y estaba ansioso.

—Ponte de rodillas, Savannah —ordenó Bastian.

Se quitó de encima y me ayudó a arrodillarme en el colchón. Por fin le di la cara a Michael, hacia tiempo que no lo veía y parecía que creció; se notaba más maduro, más atractivo. Llevaba una camiseta ceñida en color blanco, sus músculos se marcaban, me dio la impresión de que estuvo haciendo ejercicio.

Deseo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora