CAPÍTULO 25

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Ruptura"

Dennis

Marilyn está demasiado rara desde hace unos días, algo debe de estar pasando, le pregunte varias veces sobre el tema pero simplemente me decía “Dennis, estoy bien” fingiendo una sonrisa.

En la última clase, miraba su libreta vacía perdida en sus pensamientos por lo cual me atreví a preguntarle de nuevo, estaba preocupándome.

—oye, ¿Por qué tan perdida? ¿Te sucede algo?

Ella negó, —no yo….necesito ir al baño.

Se levanta al instante para así dirigirse al escritorio de la maestra la cual le da permiso para salir, volteó y se apresura hacia el baño de chicas.

Ella se demora tanto que el timbre suena, al voltear la veo entrar nerviosa y…. ¿Acaso ha llorado?

—Marilyn, por favor… ¿Qué te sucede? —La tomo del brazo, —mírame.

Ella simplemente baja más la mirada como si tuviera vergüenza por mí, —Por favor, Dennis déjame sola.

—¿Dejarte sola? ¿Porqué dices semejante tontería?

Me mira y veo sus ojos cristalinos, oh no… esto debe ser grave, entro de nuevo en sus ataques de ansiedad y pánico. La tomó de los hombros con gentileza, —Nena, esta bien, no te preocupes, te llevaré a casa y allí podremos hablar con-

—No, por favor, necesito estar sola, discúlpame tengo que irme.

Con rapidez mete sus cosas en su mochila y la veo salir del aula pero no me doy por vencida, la sigo hasta verla llegar a la florería tomándose su tiempo hasta salir de nuevo, toma un taxi, sube y se perfectamente hacia dónde se dijere.

Kadus Bristo.

Después de pensarlo por muchos segundos tomó el valor de ir aunque no era algo que quisiera, la cafetería me traía muchos recuerdos tanto buenos como malos y es por esa razón que jamás volví allí cuando Dante murió. Hoy haré una excepción, Marilyn tuvo varios problemas al respecto con la muerte de su hermano llegando al grado de tener citas con una psicóloga por las constantes depresiones, ansiedades y las pocas alucinaciones que tuvo a lo largo del proceso.

Camino hacia la florería para quedarme allí sin ánimos de entrar, miro por dentro y los recuerdos regresan.

Dante regalándome flores o rosas…

Su sonrisa…

Su mirada…

Tan él…

¿Cómo pudo engañarme? ¿Qué fue lo que lo llevó a eso?

Esa chica...

Alta, cabello negro con ojos azules y piel pálida.

Ella era un mujer y yo una niña tonta.

Sin percatarme, llevo las manos a mis mejías y miro mis dedos después de limpiarme. Lágrimas. El dolor sigue palpitante. La última vez que nos vimos no fue una forma linda  de despedida, pero ¿quién iba a decir que él moriría esa noche?

Subo a un taxi camino a Kadus Bristo.

Al llegar mis piernas tiemblan un poco ¿Qué estúpido no? Ha pasado ya tiempo y sigo con esa sensación. Le pago al taxi y me quedo frente a la cafetería pensado de nuevo en entrar o no; él y yo teníamos muchos recuerdos por lo cual se me hace difícil de olvidar.

Decidida a entrar doy dos pasos pero la persona que ahora está saliendo de ese local me hace olvidar todo lo que venía a realizar, ella me reconoce al instante cambiando su mirada notablemente caminando hacia mí con pasos decididos y yo le doy a espalda caminando rápidamente, entonces la escucho.

"Amor Amargo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora