"Kadus Bristo"
Al inicio de clases Dennis se negó a entablar una conversación conmigo, la chica que se sentaba detrás de nosotras a quien, por supuesto había hablado para hacer equipo, platica con ella más a gusto que como lo hacía conmigo y eso, sinceramente me dolía.
Me dolía mucho saber que mi mejor amiga esta ignorándome y todo por Adiel, no quería que esto terminará mal, me negaba a perder su amistad de años, no podía y no debía meterme donde no encajaba.
Adiel, tiene novia y ella no lo sabe, si le menciono pensará que solo lo hago en plan de alejarlos.
¿Qué carajos hacía?
También era una estúpida, sabiendo eso, deje que me besara dos veces.
¿Qué sentiría si me hicieran lo mismo?
Mis ojos se cristalizaron.
—Mira, que la semana pasada vi videos del ejercicio de matemáticas, pero...— Dennis habla sin importarle mi presencia.
Francisco, el chico de mi lado me mira, —¿estás bien?
Sonreí con el dolor en la garganta, —sí.
Negó, —seguramente, es un chico.
Reí, —Para nada.
El timbre sonó, sin pensarlo por más tiempo salí del lugar. Camino al baño tratando de despejar la mente de todo lo sucedido y lo veo, dirigirse a su salón.
Su mirar, esos hoyuelos, su sonrisa que venía con ellos.
—Eres más que linda.
Mi corazón latió.
Basta.
—Entonces, aléjate de él.
Las palabras de Dennis fueron fuertes y seguras.
Necesitaba alejarme de verdad.
Camino a la florería pensé en papá, verlo me trajo malos recuerdos de lo que no quería pensar y mencionar nunca, seguramente está de regreso, de solo pensar en ello me pone mal.
¿Cómo se supone que le daría a mi madre?
Evitaría a toda costa verme salir de casa o peor aún sería capaz de dejarlo todo para irnos de una vez por todas.
Los periodistas rodean mi casa, los policías, las luces, personas, dolor, sangre, murmullos.
—¿Que viste niña, dinos?
Mire mis manos, llenas de sangre.
Esa señora, amiga de mi madre, supuestamente.
Abrí los ojos de inmediato, las cosas no podían ponerse más jodidas y si Dennis se enterará, terminaría por completo con todo.
Suspiré, sin duda alguna estoy más que jodida.
Entre a la tienda, ella me miró con alegría, —Por fin llegas cariño, ven, dame una ayudadita con estos claveles.
Claveles...
Chica...
Adiel...
Dolía saber que esto era imposible.
—Mamá
Me miro, —dime, ¿pasa algo?
Papá regreso.
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?
No sabía.
—Marilyn, ¿qué pasa?
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"Amor Amargo"
Novela JuvenilMarilyn ha vivido su vida siempre en la misma ciudad, a pesar de su pasado doloroso ella sigue como si nada de lo ocurrido le afectara en lo absoluto. Cada jueves recorre las mismas calles hasta llegar a su lugar favorito Kadus Bistro, una cafetería...