CAPÍTULO 12

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"sentimientos distintos"

Evite por completo todo lo relacionado con ellos dos, no quería hablar de lo que paso y mucho menos contarle a Dennis pero era imposible que me dejara de insistir. Salimos al descanso, sus ojos frente a mí indicándome que hablara.

—vamos Marilyn, han pasado casi 4 días y aún te niegas a contarme.

Sí tú supieras...

—bien, —conteste de una vez. —Levy, no asistió.

Sus ojos de sorpresa no fueron relevantes, —ese...

—déjalo.

—¿te ha buscado? — pregunta.

—no.

—¿por qué no?

—pues...

Su mirada cambio y habló — Allí viene...

—¿qué?

Lo busque con la mirada y era cierto, Levy venía hacia nosotras caminando con nerviosismo.

—¿qué dirá?

—No lo sé.

Sus pasos son cada vez más cerca.

Mi corazón latió fuerte. Era imposible no sentir este nerviosismo a flote, no platique con el después de lo que paso, ni siquiera por teléfono y mensajes, nos evitamos por completo.

Y entonces los ojos marrones de Adiel vinieron a mi mente.

Joder.

Sacudí la cabeza.

—¿podemos hablar?

Su voz es temblorosa.

—¿después de lo mal que le hiciste pasar? —Dennis habló por cuenta propia.

Le di un pequeño golpe en las costillas sin lastimarla. — si el timbre suena ve, te veré luego en el salón.

Disgustada hizo lo que le pedí, —bien.

La vi perderse entre la multitud de alumnos, carraspeo la garganta y obtuvo mi atención, —¿estas enojada conmigo? ¿No es así? —tomo asiento a mi lado.

En realidad, no lo estaba, —No, estoy bien.

—¿lo dices en serio?

—lo digo enserio, Levy.

Rápidamente se paró y tomó de mi mano, —ven, —jalo de mí, —quiero hablar contigo de muchas cosas importantes.

Sostuvo mi mano mientras nos ocultaba de todos, detrás del salón de los terceros grados por fin habló con tranquilidad y sin temor.

—Me gustas, Marilyn.

Me quedé callada.

Mire mi alrededor para no fijarme en sus ojos verdosos.

—dirás que es pronto, pero...— se acercó tomándome la mejía entre sus manos, —en realidad me gustas...

Mis mejías se calentaron inmediatamente, tenía la idea de atraerle, pero no esperaba su aclaración tan pronto.

—te pido de nuevo una disculpa... — sonrió.

—¿por qué?

—por esto.

Con agilidad busco mi boca y así unirla con la suya, de nuevo tocaba otros labios completamente distintos, era suave y lento, un beso dulce, sin necesidad de excederse.

"Amor Amargo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora