CAPÍTULO 6

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"La segunda opción"

Adiel

Los sonidos molestos de mi teléfono me despiertan, lo tomo y miro la hora, 6:25 am. Me quedaban 20 minutos para vestirme e irme al instituto, que pereza la mía, bostezo para luego ir a tomarme una ducha tibia. Al bajar papa me miro con fastidio, mama está a su lado supuse que estaban por irse al trabajo y dado las circunstancias no me iría solo, —¿sigues con eso hábitos? Anda sube al auto, te llevare esta vez, sin nada de reproches.

—aún no desayuno, padre. — conteste disgustado al llegar a su lado de ambos.

—Ese es tu problema. — le dio un beso en la mejía a mi madre para luego dirigirse a la puerta principal— se nos hace tarde.

— vayan con cuidado y Adiel, — me dio un sobre, el cual contenía mi desayuno — procura no salir a fiestas más seguidos.

Sonreí para darle un beso, —gracias, te veo en la noche.

Mis padres eran personas ocupadas, sus trabajos eran fastidiosos no podían pasar un día sin una llamada telefónica viniendo de la empresa o de sus empleados, era castrante. Me puse el cinturón de seguridad para que papa encendiera el auto y salir de casa; mire mi teléfono aún faltaban 10 minutos no tenia de que preocuparme.

—¿sigues sin conseguirte el trabajo de medio tiempo? —pregunto después de varios segundos.

Lo mire, —estoy en eso, además, mama dijo que era opcional.

—Tu madre puede decir muchas cosas, pero tu harás lo que diga y punto.

—bien, solo dame un poco de tiempo.

No dijo nada más. Coloque mis auriculares y escuchar la música que se reproducía, I Feel Like I'm Drowning inundo mis oídos haciendo que cerrara los ojos, instintivamente mi mente viejo a esa chica, sonreí, esa cara tierna, frágil y lo bonito que lucía molesta al mirarla como si la calificara de pies a cabeza, aunque pensándolo bien, en ese entonces no lucia de la manera que desearía para un achica como ella, no iba maquillada luciendo un poco ausente a su realidad ¿Qué esperaba? Era de esas que se tomaba los libros muy enserio recordando las palabras de aquella vez en la florería, lucia molesta, pues sus ojos me miraron con intensidad, sabía que me contestaría de forma grosera, es decir, era más que obvio venir y decirle ciertas palabras la habían sacado de su zona de confort dándome a conocer que era el primer chico que le habla de esa manera tan engreída pero antes de escucharla cerré la puerta logrando dejarla con la boca abierta.

Me movió, — despierta, hemos llegado. — escuché en el fondo.

Abrí los ojos, —No dormía. — tomé mi mochila para así abrir la puerta y salir, sin despedirme papá arrancó el auto para perder se entra la multitud.

Todos corrían hacía la gran reja, con toda la calma del mundo caminé a esa dirección puesto que no veía porqué tanta desesperación al fin y acabó los maestros tenían un tiempo margen de 10 minutos para ingresar a los salones.

—Adiel... — escuché mi nombre pero evité voltear, sus manos tomaron mi hombro, — Adiel espera, — sonrió al mirarme, — oh, lo siento, — señaló mis audífonos.

Susana, una chica de cabello corto rojizo con piel clara reluciente con ojos azules y pequeños pecas esparcidas por su rostro.

Los retiré, — ¿Quieres escuchar mientras llegamos? —ella sonrió, era inevitable no poder leerle después de conocerme trata de obtener toda mi atención y lo logró, le coloqué uno de lado izquierdo, sonreí. — ¿Vamos?

"Amor Amargo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora