“Persona Incorrecta”
Marilyn
Estoy lista para recibirlo, he preparado las frituras mientras miramos la película ya que hace un par de horas me había llamado para hacer algo este fin de semana y que mejor que mirar películas juntos en mi habitación. Mi madre confía mucho en mi, así que, no hay problema que él se quedara conmigo en mi habitación.
No puedo negar la tristeza que siento después de tratar de hablar con Dennis pero simplemente fingía escucharme cuando en realidad me tenía hablando sola, me había dado cuenta al decirle su nombre y el silencio después de ello.
El timbre suena, siento mi corazón palpitante. Dejo todo en orden rápidamente y bajo las escaleras hasta llegar a la puerta principal tomó el domo para encontrarlo frente a mi. Sus jeans y una playera negra que combinaba con su piel blanca.
Sonrío ante su presencia—hola, —lo abrazo apenas lo veo, siento una leve incomodidad de su parte y eso se me hace alejarme.
—Hola, —mete sus manos en sus bolsillos.
Sonríe pero algo no está bien, su mirada me dice algo distinto y esa sonrisa está más que fingida. —Adiel ¿pasa algo? —el cambia su mirar hacia las escaleras como si buscará algo—¿estás bien?
—Todo está bien, odio las preguntas y lo sabes.
Su tono vuelve a la frialdad como nuestro día de encuentro.
—Pasa, solo sígueme.
Digo cerrando la puerta. Subimos las escaleras, llegando a mi habitación tomo el domo para abrirla la puerta y dejarlo pasar. Adiel observa lentamente todo lo que rodea las paredes para así adentrarse.
—Vaya… me imaginé otra cosa, —suelta por fin con una leve sonrisa.
Siento mis mejías arder, —¿ah sí? No me digas que te pasaste imaginando mi habitación, —digo de broma detrás de él, —porque sería un tant-
Impredecible se voltea a tomar mis mejías entre sus manos para plantarme un suave beso, —Discul-
Ahora yo lo calló besándolo suavemente. Esos labios ligeros son una droga adictiva para mí, son más que perfectos; cálidos, sensibles y blandos.
Me separó de él con una sonrisa, —Ahora no tienes que disculparte.
El sonríe.
Mi corazón enamorado salta de alegría.
Lo tomó de la mano, —ven, gustemos.
Nos acomodamos frente a la televisión apoyados en la cabecera de la cama, ambos en cada lado y las palomitas, frituras y sodas justo en medio de nosotros. Los minutos habían pasado, desearía poder decir que me la estoy pasando de maravilla pero no, Adiel no ha soltado el teléfono de la mano lo que me hace sentir muy mal; habíamos quedado en esto y ahora simplemente lo ignora.
—oye, mira ¿ya viste está parte? —busco alguna pizca de importancia.
—uhm.
Se limita sin voltear a mi.
—¿Qué hacía tú amiga la tarde del jueves en Kadus Bristo? —indago.
El por fin me mira, —La llame para aclararte ciertas cosas como por ejemplo—me evaluó unos segundos y hablo, —llevaba una vida muy íntima con ella, follamos muchas, —la frialdad de su voz me sorprendió, lo hacía a propósito, me lo mencionaba a propósito para hacerme sentir mal, —pero muchas veces, dudo que pueda olvidarme de ella.
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"Amor Amargo"
Teen FictionMarilyn ha vivido su vida siempre en la misma ciudad, a pesar de su pasado doloroso ella sigue como si nada de lo ocurrido le afectara en lo absoluto. Cada jueves recorre las mismas calles hasta llegar a su lugar favorito Kadus Bistro, una cafetería...