"Amor Amargo"

CAPÍTULO 21

"Más que química entre libros y elementos"

Toco sutilmente su hombro y el voltea, una sonrisa cargada de hoyuelos son los que me reciben con un seguido beso en la mejía.

Esto es mucho para mi pobre almita.

—¿Qué tal?

—lamento haberte embarrado frappe...—dije apenada, mirando al suelo.

—tranquila, no pasa nada. —dice amablemente.

¿enserio no iba tirarme nada en cara esta vez?

—¿y tu amiga?

—¿Dennis?, —el asiente, —oh, ella está en casa, no salió...—le mire curiosa, —¿estaban por verse aquí? —pregunte sin más.

Él se voltea para quedar más cerda de mí, —no ¿Por qué?

Rio nerviosa, —no...eh...solo preguntaba.

—ya veo.

La platica dio por terminada.

Lo mire por última vez para así despedirme.

—lamento lo de...—mire su playera azul que hacía resaltar su piel clara y bonita.

Niega, —tranquila.

—bueno te veo luego, —intento levantarme de aquella banca, pero impredeciblemente el me besa la mejía de nuevo para luego sonreírme.

—nos vemos luego, Marilyn.

Con todo el cuerpo tembloroso emprendo camino hacia la dirección de Adriana, pero mis ojos no la buscan donde la había dejado hace unos momentos, ¿me dejo sola? Entonces de la nada ella sale a mi campo de visión abrazándome con fuerza.

Ella pregunta, —¿Qué paso? ¿Qué te dijo? Estas temblando.

—fue amable conmigo, me dijo que no me preocupase por lo ocurrido y... me dio dos besos en las mejías, una al saludarle y otro al despedirse...

—estas.... Loca.

—¿yo?

—sí, tu.

—¿Por qué?

—podías solo negarte a ir, pero... —se rio. —igual querías verle y hablar con él, niégalo.

—cállate.

Sonrió, —tranquila.

—¿crees que este mal?

—¿mal?

—si...es decir... Levy

—oye, solo fuiste a disculparte, no fuiste a pedirle matrimonio.

Adriana tiene razón, eran solo disculpas ni más ni menos.

sonrío, —vale.

Aunque no podía negar que estoy contenta por verle y haber entablado unas cuantas palabras con el después de la última vez en su auto.

—bien, hora de ir con tu madre.

—sí, vamos.

Le contesto mientras dejamos todo atrás, sin olvidarme de esos hermosos hoyuelos.

Adiel

Sobre el escritorio de mi cuarto escribo unas cuantas formulas en química que necesito estudiar de nuevo, he entregado unos cuantos trabajos y proyectos que la maestra nos ha dejado a quienes no pasamos esta materia, pensándolo bien, he estado todo el tiempo metido en esta habitación, sin televisión, sin video juegos y cero salidas, a excepción de la fiesta del pueblo donde Marilyn tuvo la estupidez de embarrarme con su frappe.