"Amor Amargo"

CAPÍTULO 13

"Me hago fuego"

Era de noche, mamá conoció hoy por la tarde a Levy quien insistió en saludarla, mi teléfono ha estado replicando por varios minutos, pero me negué a contestar ya que estaba mirando la televisión y mi programa favorito está en emisión.

Cuando este acabo y ya estando acobijada encendí la pantalla. Mensajes variados hasta topar con el suyo, el cual decía.

—Lamento lo de hoy, te lo puedo recompénsar con una salida a tu lugar favorito.

¿Qué? ¡Qué!

Adiel estaba invitándome a salir, juntos, los dos, solos y en mi lugar favorito, esto era mucho más de lo imagina y solo por una disculpa.

¿Qué le contestaría? Algo simple, no. No, porque sus palabras seguían vivas, tan sencillo para él, era casi imposible, Dennis se daría cuenta.

Otro mensaje.

—es mi única oferta, no habrá más.

Lo hacía apropósito, quería ver como reaccionaba.

—lo pensaré.

—lo pensaras...

Volvió a repetir.

—así es.

Después de leer mi mensaje no volvió a responder lo cual me hizo enojar.

Cuando decía que no seguía a nadie al parecer era enserio, era un maldito engreído.

Un mensaje de Levy.

—Buenas noches, hermosa.

—Hola.

—¿te pasa algo?

—No.

—Tus mensajes dicen todo lo contrario.

—Enserio, Levy estoy bien.

—bueno.

Apague el teléfono.

—carajo, Marilyn deja deja de pensar en él, —dije agobiada.

Adiel.

En realidad, me pase al hablarle, pero me fue imposible, sus labios eran tan jugosos y cálidos que sentí como el estómago se me revolvía al verle besar a otro chico, le pedí una salida y se negó, tampoco iría a rogarle si ella no quería no insistiría más.

Sábado por la noche, quería salir y divertirme, pero papá había hecho una fiesta por su cumpleaños, los amigos, familiares y algunas personas irreconocibles están aquí disfrutando de todos los refrigerios servidos por toda la casa, Madison por alguna extraña razón no llegaba lo que se me hacía raro.

Miré mi alrededor, el jardín estaba lleno de personas sonriendo, platicando y yo aquí aburrido. Una palmada me volvió a la realidad, —Hey, ¿cómo has estado? — mi tío saludo.

Sonreí, —Estoy bien hasta ahora, ¿Y tú?

—lo mismo de siempre, trabajo, casa y más trabajo —río.

—Ya veo, desde que tenía uso de razón has estado en ello.

—Es necesario, tu padre me dijo que buscas trabajo ¿es cierto?

—si está en proceso... —cerré la plática, —iré a mi habitación por unas cuantas cosas.

—De acuerdo hijo, ve. —se hizo aún lado para que pasara.