Observo al hombre que tengo justo al frente en posición de combate, detallo otra vez cada parte de su musculoso cuerpo. Alto, de ojos verdes y provocativos labios que están de un leve color carmesí. Su cabello rubio se le pega en la frente y su piel luce brillosa debido al sudor, es claro que ya estaba entrenando.
—¿Te quedarás toda la mañana admirando mi cuerpo o pelearemos?—me dice mientras me guiña un ojo y susurra un "preciosa" para mi.
Lo imito poniéndome en posición de combate mientras le sonrío divertida debido a lo que está por pasar.
—Esto jamás termina bien o nunca como esperamos que lo haga—le digo en un tono burlón, el bufa y niega con su cabeza.
—Yo diría que termina bastante bien siempre, preciosa.
Él tiene razón y tú nunca te quejas de como termina eh.
—Es señorita Hartmann, y dejen el coqueteo, empiecen a pelear—interviene el general Scott.
Utilizo su descuido escuchando al general y salto levantando la pierna en el aire ubicándola contra su pecho dándole una patada que inmediatamente lo tira al suelo. Me mira sorprendido y aprovecho su confusión poniéndome a horcajadas de él inmovilizando sus brazos en una llave encima de su pecho, ejerzo más fuerza esperando debilitarlo lo suficiente para que se rinda, podría partirle los brazos si no la hace pero levanta suficientemente su cabeza para golpear mi frente con la suya, me desestabilizo y me levanto de su cuerpo, él aprovecha la situación y aun en el piso enreda sus piernas con las mías provocando que me vaya de bruces contra el suelo, mi barbilla golpea fuertemente y siento como empieza a deslizarse un líquido tibio por mi garganta <<sangre>>.
Ahora es él quien está encima de mi, sin embargo yo estoy boca abajo contra el piso y me tiene los brazos inmovilizados en la espalda, se agacha un poco y puedo sentir su respiración agitada en mi nuca.
—Estas como siempre, preciosa—me dice en un susurro para que solo los dos escuchemos.
—¿Irresistible?—le pregunto en un tono coqueto.
Y que empiece el juego.
—Eso también—ríe un poco mientras me responde—Sin embargo a eso no me refería, estás como siempre, sometida.
Muevo un poco mi trasero rozando en su entrepierna, él se remueve empujando más su cuerpo hacia el mío mientras aprovecho el leve afloje que hacen sus manos sobre mis brazos para soltarme.
<<Hombres>>, se concentró más en hacerme sentir su erección en el trasero y no se dio cuenta que dejó de aplicar fuerza en la llave.
Le estampo mi codo en la ceja provocando que un hilo de sangre descienda de esta, ya estamos a mano.
Nos levantamos con rapidez y quedamos de nuevo uno frente al otro en posición de combate.
Me sonríe divertido mientras mira a todos lados, noto como ya todos están en su lucha y Scott está ocupado enseñando algunas técnicas a otros dowsers. Vuelve su mirada a mi y puedo ver como su iris va tomando un morado brilloso, <<Joder>>, se lo que va hacer.
Mierda, esto se puso muy interesante pero no te hagas Aglaia, presentías que terminaría así y también lo deseabas, soy tu perra conciencia.
<<Si pero esta vez no quería caer, este ciclo debe parar>>
Ajá.
Empiezan a formarse muros a nuestro alrededor hasta crear una hermosa habitación color crema con vista a la torre Eiffel de París. Hay una cama grande, un sofá y una barra de licores.
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DOWSER
Science FictionAglaia Hartmann heredera a un imperio de seres excepcionales mas conocidos como dowsers, capaces desde manipular mentes, crear realidades, manejar elementos, sanar y hasta crear escudos de fuerza. Todo iba de maravilla para ella hasta que se empi...