DOWSER

Capítulo 15

—¿Cómo que iremos a un lugar? ¿Estás alucinando o qué ?—me suelto de un manotón dispuesta a seguir mi camino, sin embargo, no he dado ni tres pasos cuando lo vuelvo a tener al frente.

—Si, si iremos, me debes algo Hartmann—me habla con voz dura y yo estoy a punto de patearle el culo.

—Según tú, ¿Qué es lo que te debo?—le pregunto cruzándome de brazos.

—Me debes un tatuaje nuevo—levanta su mano mostrando la cicatriz que arruinó su tatuaje por nuestro primer encuentro—Y tu me acompañaras a arreglar este intento de garabato que me quedó.

En sus sueños.

Fue salvándote la vida

Ajá.

—Y si no lo hago, ¿Qué ?—lo desafío manteniendo mi postura y él sonríe dando un paso hacia mi.

—Pues verás, te daré dos opciones, la primera es que si no vienes conmigo seré un buen agente y le daré la sutil sugerencia a la directora que revise aquella camarita, justo arriba de nosotros—señala una de las cámaras de la parte trasera del ala central—la cual seguramente te vio salir de una puerta de mantenimiento de ascensor con una peluca negra y bastante apurada a decir verdad, que raro.

Maldito.

—Sabes que tengo acceso a todo, no te hagas el estúpido.

—Lo sé, sin embargo, tendrías que entrar a una carrera conmigo para ver quién consigue la grabación primero.—me responde con una sonrisita triunfal.

Gruño y aprieto mis brazos mientras miro hacia al lado sopesando mis opciones.

—¿Cual es la segunda opción?—pregunto sin otra alternativa.

—Te sedaré y te llevaré obligada.—responde con simpleza encogiéndose de hombros.

Maldito loco, ahora cualquier demente puede ser dowser.

—¿A eso llamas opciones idiota?—le refuto enojada dando un paso hacia el.

—Si.

—¿Y que te hace pensar que me dejaré sedar tan fac...

No termino la frase cuando de reflejo alcanzo a ver su mano acercarse con velocidad a mi garganta, actuó con rapidez y me agacho evadiendo lo que sea que iba hacer. Me levanto y le tomo la muñeca con fuerza obligándolo a mostrarme lo que tiene en su mano.

—¿Acaso estás demente? Tras de fastidioso imbécil, maniaco—le grito colérica mientras le quito la cápsula del tranquilizante que estuvo a punto de inyectarme—se te fundieron las neuronas o que mierda, me tocabas con esa cosa y te mataba.

—Yo no juego cielo, ¿Nos vamos?.

—No y púdrete.—le respondo saliendo disparada hacia la zona de gimnasio sin darle tregua de decirme una palabra.

⤲

El sudor me empapa el top y me corre por toda la espalda, siento la mano de Ash darme un pequeño apretón en mi cintura lo cual me hace dar vuelta encontrándome con sus ojos verdes y su cabello mojado cayendo en las cejas.

—¿Cansado?—le pregunto con voz burlona apartándole el cabello de los ojos.

—Contigo jamás.—me responde dándome un pequeño empujón contra la pared logrando arrancarme un jadeo—siempre estoy listo para otro round.

—Dudo que aguantes, pero bueno, si insistes—le asesto un rodillazo en la costilla que lo hace doblar de dolor.

—Siempre te aprovechas de mi debilidad por ti—me responde aún agachado, sin embargo, sin preverlo me toma por las rodillas derribándome provocando que me golpee la cabeza.