Capitulo 22

60 12 2
                                    


Se alarga un silencio incómodo entre Bastian, mi padre, los escoltas y yo. 

Papá se encuentra taladrando con la mirada a Bastian mientras mantiene las manos dentro los bolsillos de su elegante traje. Bastian debe subir levemente la mirada porque mi padre le gana solo un poco en estatura.

¿Qué comen estos dos? Son gigantes.

Mi padre a mi madre, Bastian a mi, no comen mal.

¡Ja!, graciosa

Tengo las manos cruzadas detrás de mi espalda mientras me muerdo el interior de mi mejilla suplicando que esta tortura incomoda acabe ya.

Bastian está igual de tenso como si tuviera un palo en el culo, mi padre no espabila y ya me preocupa el tiempo que lleva así. Los escoltas se miran los unos a los otros y a mi me arde el culo por la nalgada de Bastian.

Me canse de esta mierda, empiezo a utilizar mi poder para enviar a mi padre a una realidad pero cuando estoy a punto de hacerlo despega su mirada de Bastian para dirigirse a mi.

—Ni te atrevas, amor—me regaña.

Desisto de todo y gruño cruzándome de brazos.

—Bastian Warner, todo un prodigio.- dice mi padre mientras tiene sus ojos fijos en el rarito que está a mi lado —No mas que tu, amor.- vuelve a hablar dirigiendo su mirada hacia mi con dulzura.

Una sonrisa quiere escapar de mis labios y no puedo creer que sea tan mimada.

—Señor Hartmann—responde Bastian sin expresar ninguna emoción.

Mi papá sonríe a medio lado y da un paso adelante apretando su mandíbula.

—Prodigio que me importará una mierda si vuelves a poner las manos sobre el culo de mi hija en mi presencia—me tenso ante la amenaza y Bastian respira un poco más fuerte.

—Puede que en el culo no, pero no aseguro en otros lugares.

Siento que la sangre me sube a las mejillas y por todos los dowser, esto es supremamente incómodo.

—Bueeeno, no hablen de mí como si no estuviera aquí, espero y haya acabado el show de quién orina más lejos—controlo el tono porque también le estoy hablando a mi padre.

Ambos sonríen al tiempo y mi padre me mira con sus ojos brillando de amor, le dedico una sonrisa que pocas veces dejo ver y me voy contra él abrazándolo con fuerza.

Él me levanta y da vueltas conmigo.

—El es Bastian, un verdadero fastidioso parlanchín y grano en el culo.—le susurro aún en sus brazos.

Aunque claramente ya se conocen.

—Ya nos conocemos—dicen ambos al tiempo y se dan miradas asesinas

—Soy amigo de su padre—agrega papá y Bastian le da un asentimiento de cabeza.

Mi padre vuelve a mirarme y me da una sonrisa de dientes completos que me golpea el pecho rememorando cada momento lindo con él.

—¿Cómo está la princesa más linda del mundo?.

Sonrío y mi corazón se quiere salir de mi pecho ante la emoción de tenerlo cerca.

—Ya sabes, lo de siempre, intentando no enamorar a todos y que no se arrastren en el piso por un poco de mi atención—respondo sonriendo mientras él me deja en el piso.

Suelta una carcajada y las duras facciones de su rostro se relajan con cada gesto que logro sacar de él, amo hacerlo reír.

—Esa es mi nenita.

DOWSERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora