Capitulo 23

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Observo detenidamente el vestido en mi cama, el hermoso dorado brillante contrastado con las sábanas blancas, me imagino con el puesto y la imagen es sencillamente magnífica.

—Vas a parecer un sol con eso puesto.

Lois está como loca buscando zapatos dentro de mi closet mientras juzga mi vestido por no haber aceptado ir con ella de compras y haber escogido el de mi padre.

—Deslumbrando a todos como siempre—bromeo y ella refunfuña molesta.

—Aún no puedo creer que me hayas pateado cuando siempre íbamos juntas a comprar los vestidos de la fiesta de fundadores.

—Fue un regalo de mi padre y no puedes negar que es hermoso.

Lois se levanta del suelo y va hasta mi cama observando el hermoso vestido mientras aprieta levemente los labios.

—¡Está jodidamente perfecto!—pega un gritico y empieza a tocarlo detallando cada parte de él.

Suelto una carcajada y ella me fulmina con la mirada por reírme de ella.

—Es que tu avísame cuando llegues a la fiesta para ponerme unas gafas porque con este vestido y tu cabello vas a dejar ciegos a todos, vas a brillar, literalmente.—habla emocionada y yo no puedo hacer mas nada que reír.

—Anotado, avisarte para que te pongas unas gafas, no quiero que mi mejor amiga se quede ciega por mi culpa.—respondo en medio de risas y ella está anonadada con el vestido.

Aprovecho que está concentrada y me voy hasta el fondo de mi closet y saco el vestido que mi padre compró para ella.

—Para ti.

Se gira hacia mí y abre su boca en una pequeña O que me causa ternura.

—Eres tan perfecta—la halago.

Ella sonríe nerviosa y agarra el vestido con delicadeza observando.

Un hermoso vestido rojo hecho de pequeñas piedritas rojas en la parte de la cintura hasta el escote abierto en V, brilla como si fuese hecho de rubíes y no me extrañaría si tiene uno que otro por ahí. La parte de abajo es más suelta con una hermosa tela satinada y una abertura desde el principio del muslo.

—¿Tu padre?—pregunta tímida.

—Sabes que te adora como si fueses otra hija de él.

Sonríe radiante y es una de las sonrisas más hermosas que puedo ver en este planeta, se le aguan los ojos y le tiemblan levemente los labios.

—Es hermoso.

Está a punto de llorar y pensé que ya estaría acostumbrada a los constantes detalles que le hacen mis padres. A pesar de que su familia tiene una gran fortuna siempre ha sido algo desapegada a ellos, no son como ella y siempre han querido que Lois sea una máquina de matar sin sentimientos, nunca han aceptado la sensibilidad que la caracteriza y a mi me parece hermosa, además de que si es una máquina de matar, es jodidamente mejor que yo en combate.

No puedo creer que hayas aceptado que alguien te gana en algo.

Lois es otra cosa.

—Te verás sexy.

—Lo sé, lo aprendí de ti—viene hasta mí y me da un sonoro beso en el cachete para luego abrazarme con fuerza, la recibo con gusto y envuelvo mis brazos en ella aspirando el aroma de su cabello.

—Le producirás una erección a más de uno, Lois.—bromeo y ella se ríe contra mi.

—¡AGLAIA!—me reprende jugando—Tu eres la que haces eso, no yo.

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