Me levanto sobresaltada intentando procesar lo que acaba de pasar, no se si fue real o todo fue un jodido sueño.
—¿Quién mierda era él?—me pregunto a mi misma.
—¿Quién era quién, Agli?—me pregunta mi hermana que se encuentra justo al frente de mí mirándome como si hubiese visto algo sumamente extraño, ni siquiera había notado su presencia.
—Nada Kai, solo tuve un mal sueño—le respondo mientras me levanto de la cama y me dirijo al baño para hacer algo de chichi.
Ella como la entrometida que es me sigue y se pone justo en el marco de la puerta mirándome expectante con sus grandes ojos azules.
Empiezo a vaciar mi vejiga aun con ella ahí.
Joder, dile que nos de un poco de privacidad, ni orinar tranquilas podemos o que.
—Por Dios Anankaia, déjame orinar en paz, solo fue un mal sueño y ya, déjalo estar, ahora vete.
Me mira con el ceño fruncido y las comisuras de sus labios se levantan un poco con lo que creo que es una sonrisa.
¿Y esta loca ahora por qué se ríe de nosotras?.
—Dijiste por Dios—me dice mientras sonríe divertida, ni siquiera me di cuenta que lo había hecho, creo que salir de fiesta con los humanos me está afectando un poco, me están pegando sus tontas expresiones.
—No sabía que creías en el Dios de los humanos Aglaia—me dice en un tono burlón.
Qué exasperante puede llegar a ser mi hermana menor.
—Y no lo hago tonta, ligarse con tantos humanos me esta afectando—le digo enojada de que siga aquí molestando, ella parece captar mi mala mirada y rueda los ojos dándose la vuelta
Creí que nunca se iría, ya me dolía mi conciencia vejiga de aguantar mi orina.
Una carcajada sale de mi garganta ante las tontas palabras de mi conciencia.
<<Por favor tu ni siquiera tienes vejiga, la que orina soy yo, no tu. Además no lo aguanté, Kai es mi hermana, no me da pena hacer mis necesidades con ella presente.>>
Ajá
—Agli—escucho la voz de ella afuera del baño, joder es que aun no se ha ido.
Me seco y subo rápidamente mi short de pijama. Salgo del baño y la encuentro en la puerta de mi habitación.
—No digas que era un sueño, duré exactamente 30 minutos gritando tu nombre para que despertaras y no lo hacías. Estabas en una realidad alterna y estabas atrapada. Eres la mejor dowser clasificación uno y alguien te atrapó, ten cuidado hermana porque claramente era alguien tan bueno como tu—me lo dice ya más seria que antes mientras se retira de mi habitación dejándome con una extraña sensación que se está convirtiendo en rabia.
Frustrada empiezo a prepararme para comenzar el día, me baño, me cepillo un poco el cabello para luego hacerme una coleta alta perfecta. Empiezo a ponerme mi conjunto que me identifica como parte de los Dowser clasificación uno. Es un enterizo negro que se pega a mi cuerpo como una segunda piel, tiene una linea de pequeños detalles morado oscuro a los laterales de todo el enterizo. Me calzo las botas negras que me llegan un poco mas alto a los tobillos y me coloco los guantes negros que me cubren las manos hasta la mitad de los dedos.
Me miro al espejo detallando cada parte de mi cuerpo, mi cabello rubio se encuentra perfecto en la coleta sin dejar salir ni una sola hebra de cabello. El enterizo me queda perfecto haciendo notar cada curva de mi cuerpo, mis grandes ojos azules brillantes como siempre y mi rostro sereno. Decido no poner ni una sola gota de maquillaje dado que tengo las mejillas algo sonrojadas y mis labios están de color rosa natural.
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DOWSER
Science-FictionAglaia Hartmann heredera a un imperio de seres excepcionales mas conocidos como dowsers, capaces desde manipular mentes, crear realidades, manejar elementos, sanar y hasta crear escudos de fuerza. Todo iba de maravilla para ella hasta que se empi...