Aterrizamos en un pequeño pueblo llamado Coldfoot, <<no se quien mierda le pone los nombres a estos lugares>>, el pueblo se encuentra situado en el área censal de Yukón–Koyukuk, es casi deshabitado pero su vista es hermosa, se que en comunmente se pueden observar auroras boreales y muero por verlas, sin embargo, no vengo de turista.
Lois y yo nos encontramos sentadas en el capó del auto al lado de una gasolinera abandonada mientras comemos unos doritos y esperamos al impuntual que nos infiltrará en la fortaleza.
—¿Asher y tú cómo están?—me pregunta Lois de la nada.
Lo observo a él a lo lejos riendo con Dante, es jodidamente atractivo, adoro como se ve su cabello rubio contrastado con el blanco de la nieve y como sus ojos parecen acentuarse de un verde más brilloso.
Suspiro y miro a Lois directamente
—Estamos bien pero fui una tonta, actué por impulso y no se como interpretar o controlar todas estas emociones
—¿Te gusta Ash?.
Transcurren segundos, mientras intento analizar todo
—Me gusta estar con él pero...—no termino la frase y respiro hondo mientras inclino mi cabeza y observo el cielo azul de Alaska.
—Estas confundida, no sabes que sientes y esta bien, normalicemos no saber interpretar nuestras emociones y sentimientos, sin embargo, no te puedes quedar en la indecisión, averigua que te hace sentir él y si quieres estar a su lado, más te vale estar segura porque no te acepto que me lo dañes Aglaia.—me responde Lois tomándome de la barbilla para que la mire a los ojos.
—¿No crees que estaría mejor con alguien más?—le pregunto
—Creo que estarían muy bien juntos siempre y cuando tu estés segura y estés dispuesta a brindarle la estabilidad emocional y paz mental que estoy segura que él te dará a ti.
—Desearía no complicarme tanto—le respondo mientras vuelvo a mirar a Asher que se acerca a nosotras.
—Estamos constantemente en una sucesión de cambios, se paciente y confía en ti.
Amo a Lois consejera aunque a veces no la entendamos.
—El imbécil ya viene para acá, de hecho, es justo el que viene en esa camioneta roja—Nos dice Asher cuando llega a nuestro lado y señala a una camioneta que se acerca a la gasolinera.
Estaciona justo al lado de nosotros para luego bajarse del auto. Es un chico moreno, alto, más o menos de 1,80, castaño y de ojos miel, es atractivo.
—Han pasado 84 años—le habla Lois de primera y yo río, estoy de buen humor, seguramente le hubiese torcido un brazo por su retraso pero estoy de buenas hoy.
—Disculpen la demora, tuve contratiempos, me presento, mi nombre es Jack Mill, un gusto servirle a semejantes damas—habla el impuntual mientras nos da una reverencia junto con una sonrisa, noto como se le hacen dos hoyuelos en las mejillas.
—Lejos de ellas, vienes a trabajar—se mete Asher en la mitad de nosotros mientras Lois y yo reímos.
—Uy, lo siento, no sabía que estaba ligando—le responde Jack levantando sus manos y noto como Asher se tensa.
—Bueeeno, tenemos una misión que cumplir y parecemos unos adolescentes con esta conversación.— Les hablo mientras me bajo del capó y agarro a Ash del brazo de un jalón para ubicarlo a mi lado
—Esperen, ¿No eran cuatro?.—pregunta Jack
—Si, nuestro cerebrito está allá en la Van repasando cosillas, es todo un calculador—le responde Lois mientras ella baja de un salto del capó—Tú Jack, dejarás tu camioneta aquí, putito manejará la Van donde coordinará toda la parte tecnológica siendo nuestros ojos y oídos mientras pueda en el transcurso de la misión. Impuntual, mi hermosa rubia presente, el cerebrito y yo alias "caramelito" iremos en la camioneta como unos simples amigos sirvientes que van a trabajar, espero y tu contacto no ponga problemas o te mueres.
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DOWSER
Science FictionAglaia Hartmann heredera a un imperio de seres excepcionales mas conocidos como dowsers, capaces desde manipular mentes, crear realidades, manejar elementos, sanar y hasta crear escudos de fuerza. Todo iba de maravilla para ella hasta que se empi...