Capitulo 5

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Escucho un sonido a lo lejos que me despierta, abro mis ojos lentamente y la luz del sol me obliga a cerrarlos otra vez. No recuerdo a qué hora exactamente llegué anoche, solo sé que me sentí horrible después de tratar así a Ash.

Él se merece lo mejor, alguien que le corresponda de igual forma, y esa persona no soy yo.

Aún con los ojos cerrados estiro mi mano a la mesita de noche que está al lado de mi cama para apagar la jodida alarma. Me pongo en pie y me dirijo al baño para empezar a arreglarme

Termino de cambiarme y me miro al espejo detallando cómo me veo. Tengo uno de mis enterizos que me identifica como dowser clasificación uno y esta vez opte por trenzarme el cabello.

<<Soy una jodida diosa y me merezco todo el maldito mundo>>. Me repito mientras observo mi imagen en el espejo.

Deberías regalarle un poquito de autoestima al mundo.

<<Todos deberían amarse primero a sí mismos y luego el resto del mundo>> —Le respondo a mi conciencia.

No puedo creer que hable conmigo misma todo el tiempo.

Técnicamente hablas con tu ser invisible, otra tú que vive en tu cabeza. Pero si, hablas contigo misma y recuerda que puedo oír tus pensamientos tonta.

<<Perra>>

Salgo de mi habitación para dirigirme a la cafetería a desayunar. Cuando llego veo a lo lejos a Lois y Asher sentados en una de las mesas. Lois luce radiante como siempre, riendo y su fina nariz arrugandose un poco, amo lo tierna que puede llegar a verse. Me molesta que no me pueda acercar porque seguramente ella me mandará al demonio por haber tratado así a Ash. El luce algo desanimado pero noto como le da pequeñas sonrisas a Lois de vez en cuando para que ella no se preocupe.

Me abstengo de ir con mis mejores amigos y me dirijo a la mesa donde se encuentran mis dos hermanas desayunando.

—¿Cómo se encuentran mis dos copias favoritas?—les pregunto mientras les doy un sonoro beso a cada una en la mejilla.

Ellas se ríen al unísono y juro que es uno de mis sonidos favoritos en la vida.

—Pues Kai aún está cabreada de mi pasarela en bikini—responde An encogiéndose de hombros y pinchando su comida.

—Sabes que somos iguales ¿no?—le dice Kai apuntando a An con su tenedor—técnicamente lo que te vieron a ti con ese diminuto bikini ya saben que yo lo tengo igual.

Me río muy fuerte al escuchar eso, es verdad, ellas son idénticas, así que lo que le vieron a An, Kai lo tiene igual. Solo mi familia y Lois las diferencian físicamente por la forma de caminar, gestos, tonos de voz. Yo más que todo por mi psicometría, para mi son inconfundibles.

—O sea que cuando tengo sexo con alguien, puede pensar que está teniendo sexo con mi hermana—piensa An en voz alta.

—Por favor cállate antes de que te apuñale con este tenedor y te deje una cicatriz para que sepan con cuál de las dos follan—dice una Kai muy enfurecida y vaya que me sorprende.

—Kai relájate un poco, An solo te esta molestando—le digo mientras le toco la mano.

Ella no suele ser agresiva y aunque tal vez lo dijo en broma, puedo sentir en ella algo contenido, está algo frustrada.

—Tenemos una conversación pendiente Kai—le recuerdo que tenemos que hablar de lo que pasó en la cafetería y su falta de control.

—Si, si si, ya hablarán después. Ahora dime querida hermana mayor, como es que nuestros padres no han venido a darnos la charla de cómo debemos comportarnos para ser las líderes de la academia y lo más extraño ¿Por qué no estoy en el culo del mundo?, ya estaba haciendo la maleta después de que la directora me pilló en bikini en medio de la cafetería—me dice An mientras apoya su cachete en la palma de su mano y mira hacia arriba como si estuviese pensando qué pasó.

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