Christopher, Joel y Erick son mejores amigos, unos muy peculiares. Unos que no pueden estar separados nunca. A los que las palabras lindas y de amor nunca les faltan. El apoyo que se brindan entre ellos es inmenso. Tienen una conexión tan electrizan...
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— Manos a la obra. — Dice un muy decidido chico de rizos.
— Adelante equipo Virgato. — Dice el otro con mucho entusiasmo.
— ¿Qué? ¿Por qué ese nombre?
— ¿Cómo que por qué? De veras que no puedo contigo, Joe. Ese es nuestro ship.
— ¿Qué los ships no son la combinación de nombres? — Pregunta un muy confundido Joel.
— Bueno, si. El nuestro es Jochris, pero me gusta como suena Virgato, aunque las razones sean falsas.
— ¿Qué?
— Ya sabes. Ni tu eres tan virgen ni yo tan mujeriego. ¿O no? Al menos tu ya no, yo nunca lo fui.
— ¿Quién te dijo que no?
— Tu.
— Ah, si. ¿Por qué estamos teniendo esta conversación? — Dice el mexicano viendo raro al castaño.
— No sé, tu comenzaste preguntado. — Dice encogiéndose de hombros Christopher.
— Como sea, ¿Listo? — Cuestionó el menor.
— Si. Secuestro arroba rescate en proceso.
— Si lo dices así suena feo y raro.
— Es raro, pero es por una buena causa.
— ¿Qué está pasando aquí? ¿Parecemos locos?
— No. Ya vamos.
¿Qué está pasando? Es una muy buena pregunta; resulta que Joel y Christopher decidieron que la solución para su problema con Erick sería "secuestrarlo" , tal como lo dijo el de ojos miel el día anterior. Así que, ahí se encontraban de camino a la habitación del cubano, a llevarlo en contra de su voluntad.
Al llegar a la puerta la tocaron sin llamar, esperando alguna respuesta, al cabo de un minuto volvieron a tocar y escucharon pasos acercándose a la puerta.
— ¿Quién? — Se escucho la voz del menor.
No respondieron y volvieron a tocar.
— ¿Quien es?
Un toque más.
— Si no responde no abro.
A este punto Christopher estaba aguantando una gran carcajada que los delataría.
Varios toque más llegaron en los cuales Erick perdió la paciencia, tomó la manija de la puerta y los otros dos del otro lado al ver el movimiento se miraron.
— Lo tomas de una. — Le dice en un susurro el de ojos miel al más alto. A lo que éste asiente.
— ¿Quién demonios es? — Grita el de ojos verde una vez abierta su puerta. Y se lleva una sorpresa al ver a sus mejores amigos ahí. La cual Joel aprovecha y en un rápido movimiento lo toma de sus piernas y lo pone sobra sus hombros. Y rápidos emprenden camino hacia la habitacion de los mayores. — ¿Qué hacen? Bajame Joel.
