En la noche
Christopher miraba el espejo, satisfecho con la imagen que este le devolvía, lo primero era su pelo castaño, arreglado hacia un lado de tal manera que parecía estar despeinado. Sus labios que se veían más bonitos que nunca por el bálsamo que se había aplicado. En sus orejas unos aros, aunque uno de estos incluía un adorno que colgaba. Llevó su vista por su torso, el cual estaba cubierto por una ajustada camisa blanca, con las mangas dobladas hasta sus codos, los primeros cuatro botones abiertos, dejando casi a la vista el tatuaje de su pecho -el cual cierto rizado ama con locura-. Su pálido cuello era adornado por unas simples y delgadas cadenas. Unos jeans negros rasgado en una rodilla que se ajustaban en sus delgadas piernas, sin llegar a ser muy apretado. Con unos Nike también blancos. Unas pulseras negras decoraban sus muñecas y un infaltable anillo en su pulgar. Me veo sexy. Se dijo sonriendo.
Realmente estaba encantado con su apariencia. Tampoco negaba que se encontraba entusiasmado con la idea de salir, bailar, cantar, beber, disfrutar. Tal vez de hasta ligar con alguna agradable chica que encontrara.
Hacía demasiado tiempo que no estaba con nadie de ninguna manera, la idea desde hace meses que no le atraía tanto, pues, tenía meses más pegado que nunca a sus mejores amigos, tan así que en ocasiones Zabdiel y Richard salían a lugares y ellos preferían quedarse en casa tranquilos y juntos.
Hablando de sus amigos, si estaba gustoso de cómo se veía él, ni hablar del orgasmo visual que tuvo con ellos al verlos.
Él siempre ha sabido reconocer las cosas, nunca ha sido un problema admitir si una persona es atractiva independientemente de su sexo o género, eso obviamente incluía a sus amigos. De todas maneras, eso es una cosa, pero lo que sintió al ver a sus amigos esta noche fue algo de otro mundo.
Cuando los menores llegaron unos minutos atrás a su habitación no pudo evitar que sus iris repasaran sin pudor algo a los dos chicos, una y otra vez, puede que hasta se fijara en unas partes más que otras. Y, si su mente no le estaba jugado en contra, creyó ver que ellos hacían lo mismo, solo que siendo un poco menos obvios. Al final los dejó pasar dándole una sonrisa demasiado incitante.
Les echó una hojeada -aunque realmente no había despegado sus ojos de ellos- hacia su cama donde se hallaban sentados.
Clavando primero su mirada en Erick, Demonios, demasiado sensual. Pensó. El chico tenía puesta una camisa ligeramente ancha, lo que dejaba a la vista sus clavículas, Christopher no había descubierto que le gustaban las clavículas hasta ese momento, joder, esa camisa le quedaba de maravilla, lo mejor según el castaño es que era rojo vino, y para completar, su cuello estaba adornado con un lindo collar de perlas blancas, oh, y por supuesto tenía en unas de sus orejas un pendiente largo en forma de cruz. La camisa dentro de unos jeans apretados de tiro alto, de un azul super claro, con una cadena enganchada en este. Él nunca se había fijado en la cintura de Erick, por qué, se preguntaba. La cintura del chico era linda, muy linda, super delgada, lo que hacía ver sus caderas más anchas -a pesar de que casi no lo sean, pues no eran tan lisas, mas no eran anchas-, las cuales estaban resaltando gracias a los ajustados pantalones. Y por último complementó con unas Converse altas blancas.
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Pretend //CNCO\\ Jopherick
FanfictionChristopher, Joel y Erick son mejores amigos, unos muy peculiares. Unos que no pueden estar separados nunca. A los que las palabras lindas y de amor nunca les faltan. El apoyo que se brindan entre ellos es inmenso. Tienen una conexión tan electrizan...