Capítulo Diecisiete: ¿Gay Panic?

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Al día siguiente

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Al día siguiente

Erick miraba el techo de la habitación ensimismado, estaba prácticamente en un estado de shock, uno un poco tardío cabe resaltar. Al parecer ver a sus amigos besándose había sido lo que necesitaba para que se reventara esa burbuja llena de tensión e intenciones en la se hallaban desde hacía semanas.

No podía creer que había besado a Christopher y Joel. Tampoco procesaba que estos se hubieran besados. Porque vamos, a ninguno de ellos le gustaban los hombres, bueno, tal vez no debía hablar por sus amigos, pero hasta donde él tenía entendido ninguno de ellos sentía atracción por su mismo sexo. Y esto lo tenía demasiado pensativo.

Besó a dos chicos, dos, sus mejores amigos, sus compañeros de banda, sus hermanos, bien, hermano ya no era una forma correcta de dirigirse a ellos, él nunca besaría un hermano, sin embargo, esa no es la cuestión aquí, sino, que los había besado y lo disfrutó como nunca lo había hecho con un beso. Nunca se sintió tan apropiado como lo fueron esos dos. Entonces...

¿Esto lo hacía homosexual?

¿Bisexual?

¿Si quiera le quitaba lo hetero?

¿Realmente era heterosexual?

¿Estaba mal? si lo estaba, ¿por qué se sentían tan fenomenal?

No sabía las respuestas a esas preguntas, lo que si tenía claro es que le gustó y que no le importaría repetirlo. Aun así, tiene bastante claro lo peligroso que pueden llegar a ser esos, ummn, juegos, podría ser, que ha estado haciendo con sus amigos. De solo pensar que alguien pueda llegar a descubrirlos algún día, Dios, un escalofrío pasó por su cuerpo, ni quería pensar en eso. Todo se arruinaría.

Pero volviendo al tema central, que pasaba con ellos, se coquetean, se toquetean, se insinúan, se besan, son unos amigos realmente raros. Porque, de verdad no se imaginaba besando a otro de sus amigos, ni en un millón de años. Por otro lado, si piensa en repetirlo con el castaño o el rizado, se siente agradable el solo imaginarlo. Joder, pensó.

Quizá no debería pensarlo tanto, al menos por ahora. ¡Pero no puede evitarlo! Si se pone a pensar en el pasado, -en ninguno de sus ligues, relaciones, o líos de un día- nunca había experimentado sensaciones tan intensas y placenteras, las chicas le llamaban la atención por su físico -lo normal-. Lo que está establecido como lo "lindo" o "atractivo" según los estándares de bellezas determinados por la sociedad y los modelos denigrantes e ignorantes que debían cumplir las mujeres -tantos físicos como morales- para ser consideradas "mujeres hermosas y buenas". Salía con mujeres bonitas, buena proporción de cuerpo, pechos lo suficientemente grandes, cintura estrecha y super marcada, caderas anchas sin exagerar -porque si no ya no serian perfectas- un voluminoso trasero, y unas largas piernas esbeltas. Eran chicas dulces, educadas, agradables, que contaban con una gran amabilidad, pero nunca dejaban de lado su timidez.

Siendo sincero consigo mismo, estaba cansado del mismo patrón, de la misma rutina, quizá porque realmente ni siquiera la disfrutaba. Pero ¿Qué podía hacer? Eso era lo correcto, enamorarse de una chica, estar con una chica, y qué más da, siempre lo ha cumplido, nunca se ha enamorado como ya lo había descubierto hace unos días, ninguna mujer ha despertado ni un cuarto de lo que le causan sus amigos, pero eso es porque no ha llegado a su vida la indicada, esa que pondrá su mundo al revés con una mirada, con una palabra lo pondrá de rodillas y con una caricia lo tendrá en sus manos.

Pretend //CNCO\\ JopherickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora