Cap 3

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Al día siguiente, estoy alistandome para ir a casa de Fiore, su mamá es muy consentidora y siempre le agrada cuando voy, dice que soy su otra hija.

Sus papá y el mío, se conocen desde siempre, son mejores amigos, aparte de que su linaje es italiano, sus familias los pusieron a estudiar en el mismo colegio, desde peques, hasta la preparatoria, que fue dónde conocieron a nuestras mamás, aunque no fuesen italianas, por alguna razón, las inscribieron en el mismo lugar, se enamoraron, se casaron y ...

TARAAAAAN, nacimos Fiorella y yo.

Por eso no me extraña, que al llegar, están varios de sus antiguos compañeros (de nuestros papás) y también sus hijos y demás familiares, esto no es solo una piscinada.

-- Holaaaa, ya llegueee.

-- Oh, hola cariño, que linda estás. -- Está es Julia de Lione, la mamá de Fiore.

-- Hola, mamá numero 2, me tienes botada.

-- No tesoro, no digas eso, hemos estado muy ocupados, puedes venir cuando gustes. -- me da un beso en la mejilla y enseguida llega Mauro, el papá de Fiore.

-- Hola pequeñita, Dios te bendiga.

-- Hola Mau, amén. -- Le doy un semi abrazo y el besa mi cabello. -- Permiso, iré donde Fiore.

-- Ve linda, esta en el jardín.

Ellos y mis papás se van a la sala a charlar un poco, yo camino hacia el jardín, con mi bolso en la mano y una pelota de piscina en la otra, para llegar al jardín hay que atravesar la cocina y pasar por unas puertas corredizas.

Mientras voy cruzando el meson, tropiezo el bolso con una silla y se me cae la pelota y el teléfono que tenía en el bolsillo del short, me agacho para recogerlo y alguien se tropieza con mi trasero, sí, con mi trasero.

-- Pero QUÉÉÉ... DIOS, lo siento mucho. -- y mientras yo estoy aún en el piso, pensando que alguien me a tocado el trasero de una forma muy extraña, no me doy ni cuenta que me están tendiendo la mano, para ayudarme claro está.

En ese instante, decido verle la cara a la brillante persona que no veía por dónde caminaba (sí, lo sé, yo tampoco vi por dónde caminaba, pero bueno, me gusta el drama) y es entonces cuando creo que me quedaré en el piso, eternamente, porque dudo que las piernas vayan a reaccionarme.

En frente de mí, tendiendo su mano, con una sonrisa en la cara, pero con ojos apenados, está el hombre más bello que he visto en mi vida, es alto, flaco, pero burlonamente bien definido, unos ojos marrones claros, cabello liso, negro y una barba reciente, de quizás dos días. (No sé cómo ahora sé que es una barba de dos días, pero así lo parece).

-- ¿Aceptaras mi mano?.

-- Oh, lo siento, sí. -- Nos damos la mano y enseguida siento un cosquilleo en la boca del estomago, estoy nerviosa y no hay porqué estarlo, aunque sea tan groseramente atractivo. -- Gracias.

-- No, más bien disculpa, veía mi teléfono mientras caminaba y no te vi.

-- Tranquilo, a mi también se me cayeron algunas cosas.

-- Te ayudo. -- No dejó que le dijera nada, solo se agacho y recogió todo rápido, lo puso en el mesón y se volteó para tenerme de frente.

-- Alessandro Carusso, un placer. - Estiró su mano, para que yo le diera la mia y cuando iba a mitad de camino, me doy cuenta que está sudada, malvados nervios.

-- Keira Rossi, igualmente. -- Retiro rápido mi mano y la seco "disimuladamente" con mi ropa.

Él sonrie de manera coqueta y me dice:

-- ¿Ibas a la piscina? Me dijeron que era por aquí, pero no sé llegar.

-- Sí, ven sigueme.

Nos encaminamos de nuevo, estamos cerquita del jardín, salimos y localizo a Fiorella, ya está metida en el agua, nadando de extremo a extremo, admiro que no le tenga miedo al agua, Alessandro, se va por su lado y yo por el mío, entro al baño y me cambio.

No es por presumir, pero me gusta mi figura, soy de una estatura promedio, 1.65mts, piel trigeña, delgada donde debo serlo, con un busto bastante razonable y un trasero atractivo, más no vulgar, mi cara me complementa, aunque gracias a Dios mi nariz salio como la de mi mamá y no la de mi papá, así que es respingona pero bonita, mis labios carnosos y por obra de quién sabe quién, siempre están un poco rosados, mi cabello es negro y mis ojos son cafes oscuros, normales, comunes.

El traje de baño que me traje es uno de dos piezas, color rojo, es así como imitando un traje de baño de "sirena" conchas de mar (la parte de arriba) y abajo, como si fuesen escamitas, pero son lentejuelas rojas.

Es de verdad precioso, salgo del baño y me voy a la piscina, pongo mis cosas en el caney y busco mi protector solar, estoy colocandomelo cuando alguien carraspea, volteo hacia el sonido de la persona.

-- Si quieres te ayudo.

Oh dios, Alessandro se está ofreciendo a ayudarme, mirandome directo a los ojos, esperando una respuesta.

-- Tranquilo, gracias, ya terminé.

Le sonrío y me voy hacía Fiorella, para saludarla y preguntarle quién es él y porqué jamás le había visto.

-- Fiooooooona, llegue.

-- Malvada, no me digas Fiona.

-- Estas de verde, no es por maldad, sabes que eres bellísima.

-- Sí sí, como no. Hola fea.

Me siento en la orilla de la piscina y ella se pone entre mis piernas.

-- ¿Vas a aprender por fin a nadar?

-- No, hoy no.

-- Gallina.

-- Soy la mamá de las gallinas, ni que me digas lo que digas, yo no iré a la parte honda, olvidalo.

-- Agua fiestas.

Le chispoteo agua con mis pies y nos reímos.

-- Hola Fiorella.

-- Aaah, Alessandro, holaaa, métete está divina el agua.

-- Sí, ya me meto.

Yo no voltee a verle, para que no fuera a creer algo que no es, mi sorpresa es que, se lanzo y me mojo de la cabeza a los pies, Fiorella no dejaba de reírse y yo no salía de mi asombro, ¿Es que no podía meterse como alguien normal?

Continuará ....

¿Qué tal este cap? Espero les haya gustado, recuerda votar y comentar, lo agradeceria muchoooo💟

Xoxoxoxox a todos💟

Acosada en la REDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora